La presidente de Chile, Michelle Bachelet, recibió ayer la contramemoria que presentará en los próximos días ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya frente a la demanda marítima boliviana, de manos de su agente ante ese tribunal, José Miguel Insulza, y del canciller, Heraldo Muñoz, mientras su par de Bolivia, Evo Morales, celebró que ese organismo excluyera el término "río" del reclamo interpuesto por Santiago por las "aguas" del Silala.
"Quisiera reiterar que la soberanía no está en juego, vamos a demostrar que no existe la obligación de negociar", dijo Bachelet en una comparecencia ante los medios en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
La mandataria aseguró que el documento elaborado por el equipo chileno contiene "sólidos fundamentos jurídicos e históricos" que respaldan la postura chilena y que debe presentar en La Haya antes del 25 de julio próximo.
La Paz pretende que la corte obligue a Chile a cumplir el compromiso de negociar de buena fe una salida soberana al mar, algo que las autoridades chilenas rechazan de plano.
Bachelet afirmó que Muñoz e Insulza viajarán en los próximos días a La Haya para entregar a la CIJ una copia de la contramemoria y cinco libros con datos anexos.
Para junio de 2017, aproximadamente, está prevista la dúplica boliviana, tras lo cual vendrá la fase de alegatos, que se prolongará tres o cuatro meses más.
Insulza, que asumió como agente cuando el proceso judicial ya estaba en marcha, afirmó, por su parte, que Chile no tiene "interés en pelearse con Bolivia, sino simplemente defiende su derecho". "Nosotros negociamos o dialogamos cuando creemos que es del interés de Chile, no cuando alguien nos quiere obligar a hacerlo", afirmó.
El canciller, en tanto, destacó que "de lo que se trata ahora es de demostrar que tampoco hubo una obligación de negociar", y añadió que "las conversaciones entre países y los intercambios diplomáticos" forman parte de la "naturaleza" de las relaciones internacionales.
"Quisiera reiterar que la soberanía no está en juego, vamos a demostrar que no existe la obligación de negociar", dijo Bachelet en una comparecencia ante los medios en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
La mandataria aseguró que el documento elaborado por el equipo chileno contiene "sólidos fundamentos jurídicos e históricos" que respaldan la postura chilena y que debe presentar en La Haya antes del 25 de julio próximo.
La Paz pretende que la corte obligue a Chile a cumplir el compromiso de negociar de buena fe una salida soberana al mar, algo que las autoridades chilenas rechazan de plano.
Bachelet afirmó que Muñoz e Insulza viajarán en los próximos días a La Haya para entregar a la CIJ una copia de la contramemoria y cinco libros con datos anexos.
Para junio de 2017, aproximadamente, está prevista la dúplica boliviana, tras lo cual vendrá la fase de alegatos, que se prolongará tres o cuatro meses más.
Insulza, que asumió como agente cuando el proceso judicial ya estaba en marcha, afirmó, por su parte, que Chile no tiene "interés en pelearse con Bolivia, sino simplemente defiende su derecho". "Nosotros negociamos o dialogamos cuando creemos que es del interés de Chile, no cuando alguien nos quiere obligar a hacerlo", afirmó.
El canciller, en tanto, destacó que "de lo que se trata ahora es de demostrar que tampoco hubo una obligación de negociar", y añadió que "las conversaciones entre países y los intercambios diplomáticos" forman parte de la "naturaleza" de las relaciones internacionales.
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La presidente de Chile, Michelle Bachelet, recibió ayer la contramemoria que presentará en los próximos días ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya frente a la demanda marítima boliviana, de manos de su agente ante ese tribunal, José Miguel Insulza, y del canciller, Heraldo Muñoz, mientras su par de Bolivia, Evo Morales, celebró que ese organismo excluyera el término "río" del reclamo interpuesto por Santiago por las "aguas" del Silala.
"Quisiera reiterar que la soberanía no está en juego, vamos a demostrar que no existe la obligación de negociar", dijo Bachelet en una comparecencia ante los medios en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
La mandataria aseguró que el documento elaborado por el equipo chileno contiene "sólidos fundamentos jurídicos e históricos" que respaldan la postura chilena y que debe presentar en La Haya antes del 25 de julio próximo.
La Paz pretende que la corte obligue a Chile a cumplir el compromiso de negociar de buena fe una salida soberana al mar, algo que las autoridades chilenas rechazan de plano.
Bachelet afirmó que Muñoz e Insulza viajarán en los próximos días a La Haya para entregar a la CIJ una copia de la contramemoria y cinco libros con datos anexos.
Para junio de 2017, aproximadamente, está prevista la dúplica boliviana, tras lo cual vendrá la fase de alegatos, que se prolongará tres o cuatro meses más.
Insulza, que asumió como agente cuando el proceso judicial ya estaba en marcha, afirmó, por su parte, que Chile no tiene "interés en pelearse con Bolivia, sino simplemente defiende su derecho". "Nosotros negociamos o dialogamos cuando creemos que es del interés de Chile, no cuando alguien nos quiere obligar a hacerlo", afirmó.
El canciller, en tanto, destacó que "de lo que se trata ahora es de demostrar que tampoco hubo una obligación de negociar", y añadió que "las conversaciones entre países y los intercambios diplomáticos" forman parte de la "naturaleza" de las relaciones internacionales.
"Quisiera reiterar que la soberanía no está en juego, vamos a demostrar que no existe la obligación de negociar", dijo Bachelet en una comparecencia ante los medios en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
La mandataria aseguró que el documento elaborado por el equipo chileno contiene "sólidos fundamentos jurídicos e históricos" que respaldan la postura chilena y que debe presentar en La Haya antes del 25 de julio próximo.
La Paz pretende que la corte obligue a Chile a cumplir el compromiso de negociar de buena fe una salida soberana al mar, algo que las autoridades chilenas rechazan de plano.
Bachelet afirmó que Muñoz e Insulza viajarán en los próximos días a La Haya para entregar a la CIJ una copia de la contramemoria y cinco libros con datos anexos.
Para junio de 2017, aproximadamente, está prevista la dúplica boliviana, tras lo cual vendrá la fase de alegatos, que se prolongará tres o cuatro meses más.
Insulza, que asumió como agente cuando el proceso judicial ya estaba en marcha, afirmó, por su parte, que Chile no tiene "interés en pelearse con Bolivia, sino simplemente defiende su derecho". "Nosotros negociamos o dialogamos cuando creemos que es del interés de Chile, no cuando alguien nos quiere obligar a hacerlo", afirmó.
El canciller, en tanto, destacó que "de lo que se trata ahora es de demostrar que tampoco hubo una obligación de negociar", y añadió que "las conversaciones entre países y los intercambios diplomáticos" forman parte de la "naturaleza" de las relaciones internacionales.