El ejército afgano mató al menos 36 miembros del Estado Islámico (EI), después del atentado de los yihadistas que costó 80 vidas en Kabul el sábado, pero un informe del Senado estadounidense señaló que Kabul sigue perdiendo terreno ante los talibanes.
Una ofensiva del Ejército afgano con respaldo aéreo de la coalición internacional desplegada en el país produjo al menos 36 muertos entre los yihadistas en su bastión de la provincia de Nangarhar (este).
El ataque se produjo en el distrito de Achin, afirmó en un comunicado el portavoz del gobernador regional, Attaullah Khogiani, quien señaló que "las fuerzas de seguridad afganas llevaron a cabo la operación militar en el distrito para despejar el área de combatientes del ''Daesh'' (acrónimo en árabe del EI)".
La operación militar comenzó el lunes, tras el atentado suicida con bomba del pasado sábado en Kabul, el más mortífero hasta la fecha del EI en Afganistán, contra una marcha de la minoría étnica hazara, de la rama islámica chií. El ataque había dejado un saldo de 80 muertos y más de 300 heridos.
La intensificación de la lucha contra los yihadistas se produce después de que el presidente afgano, Ashraf Gani, clamara "venganza" contra el EI, a pesar de que las autoridades afganas habían dado por derrotado al grupo yihadista en el país asiático en varias ocasiones.
A finales de mayo, el Gobierno de Afganistán solo controlaba el 65,6 por ciento de los 407 distritos del país, frente al 70,5 por ciento a finales de enero, informó la agencia de noticias EFE.
Una ofensiva del Ejército afgano con respaldo aéreo de la coalición internacional desplegada en el país produjo al menos 36 muertos entre los yihadistas en su bastión de la provincia de Nangarhar (este).
El ataque se produjo en el distrito de Achin, afirmó en un comunicado el portavoz del gobernador regional, Attaullah Khogiani, quien señaló que "las fuerzas de seguridad afganas llevaron a cabo la operación militar en el distrito para despejar el área de combatientes del ''Daesh'' (acrónimo en árabe del EI)".
La operación militar comenzó el lunes, tras el atentado suicida con bomba del pasado sábado en Kabul, el más mortífero hasta la fecha del EI en Afganistán, contra una marcha de la minoría étnica hazara, de la rama islámica chií. El ataque había dejado un saldo de 80 muertos y más de 300 heridos.
La intensificación de la lucha contra los yihadistas se produce después de que el presidente afgano, Ashraf Gani, clamara "venganza" contra el EI, a pesar de que las autoridades afganas habían dado por derrotado al grupo yihadista en el país asiático en varias ocasiones.
A finales de mayo, el Gobierno de Afganistán solo controlaba el 65,6 por ciento de los 407 distritos del país, frente al 70,5 por ciento a finales de enero, informó la agencia de noticias EFE.
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El ejército afgano mató al menos 36 miembros del Estado Islámico (EI), después del atentado de los yihadistas que costó 80 vidas en Kabul el sábado, pero un informe del Senado estadounidense señaló que Kabul sigue perdiendo terreno ante los talibanes.
Una ofensiva del Ejército afgano con respaldo aéreo de la coalición internacional desplegada en el país produjo al menos 36 muertos entre los yihadistas en su bastión de la provincia de Nangarhar (este).
El ataque se produjo en el distrito de Achin, afirmó en un comunicado el portavoz del gobernador regional, Attaullah Khogiani, quien señaló que "las fuerzas de seguridad afganas llevaron a cabo la operación militar en el distrito para despejar el área de combatientes del ''Daesh'' (acrónimo en árabe del EI)".
La operación militar comenzó el lunes, tras el atentado suicida con bomba del pasado sábado en Kabul, el más mortífero hasta la fecha del EI en Afganistán, contra una marcha de la minoría étnica hazara, de la rama islámica chií. El ataque había dejado un saldo de 80 muertos y más de 300 heridos.
La intensificación de la lucha contra los yihadistas se produce después de que el presidente afgano, Ashraf Gani, clamara "venganza" contra el EI, a pesar de que las autoridades afganas habían dado por derrotado al grupo yihadista en el país asiático en varias ocasiones.
A finales de mayo, el Gobierno de Afganistán solo controlaba el 65,6 por ciento de los 407 distritos del país, frente al 70,5 por ciento a finales de enero, informó la agencia de noticias EFE.
Una ofensiva del Ejército afgano con respaldo aéreo de la coalición internacional desplegada en el país produjo al menos 36 muertos entre los yihadistas en su bastión de la provincia de Nangarhar (este).
El ataque se produjo en el distrito de Achin, afirmó en un comunicado el portavoz del gobernador regional, Attaullah Khogiani, quien señaló que "las fuerzas de seguridad afganas llevaron a cabo la operación militar en el distrito para despejar el área de combatientes del ''Daesh'' (acrónimo en árabe del EI)".
La operación militar comenzó el lunes, tras el atentado suicida con bomba del pasado sábado en Kabul, el más mortífero hasta la fecha del EI en Afganistán, contra una marcha de la minoría étnica hazara, de la rama islámica chií. El ataque había dejado un saldo de 80 muertos y más de 300 heridos.
La intensificación de la lucha contra los yihadistas se produce después de que el presidente afgano, Ashraf Gani, clamara "venganza" contra el EI, a pesar de que las autoridades afganas habían dado por derrotado al grupo yihadista en el país asiático en varias ocasiones.
A finales de mayo, el Gobierno de Afganistán solo controlaba el 65,6 por ciento de los 407 distritos del país, frente al 70,5 por ciento a finales de enero, informó la agencia de noticias EFE.