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18 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Ataque a un restaurante dejó 28 víctimas fatales

Domingo, 03 de julio de 2016 01:30
El grupo de yihadistas que la noche del viernes atacó un restaurante de dos chefs argentinos en el centro de la capital de Bangladesh asesinó a 20 rehenes, entre ellos nueve italianos y siete japoneses, antes de que cientos de soldados irrumpieran ayer en el lugar y pusieran fin a 12 horas de miedo y tensión.
El único de los dos argentinos que se encontraba en el lugar logró escapar ileso saltando a un edificio aledaño, sobreviviendo así a lo que hoy describió como "una película de terror".

Un total de 28 personas murieron en el ataque en Dacca, incluyendo a seis atacantes y a dos policías fallecidos el viernes en el asalto inicial al ataque, que fue reivindicado tanto por el Estado Islámico (EI) como por la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio.

Los hechos comenzaron en horas de la noche cuando siete jóvenes provistos de granadas, pistolas, rifles y machetes ingresaron al restaurante, ubicado en la zona de la ciudad donde están las sedes diplomáticas.

Una vez en el lugar, ordenaron a todos los bangladesíes identificarse antes de comenzar a matar a los que eran extranjeros o a los que no sabían recitar el Corán.
Argentino fuera de peligro

Uno de los chefs argentinos, Diego Rossini, declaró sentirse conmocionado tras haber vivido "una película de terror", de la que consiguió escapar después de esconderse de los terroristas y ser ayudado por la Policía.

"Estaba sacando mis mesas y vi que caía alguien, que un tipo se desplomaba fuera (en el jardín) por disparos. Di por hecho que eran terroristas", explicó.

"Subimos unas diez personas (a la terraza), pusimos muebles en la puerta. Pensamos que los terroristas matarían a los clientes y se irían, pero al rato sentimos cómo empujaban la puerta, como si fuera una película de terror", relató Rossini, que dirige la cocina junto a su compatriota Gastón Palacios, fuera de Bangladesh estos días.

Tras pasar varias balas a su lado, el chef saltó cuatro metros de altura intentando agarrarse a un árbol, pero cayó a un pasillo aledaño al edificio hasta que finalmente fue rescatado.

Inmerso en una ola de atentados selectivos de corte islamista desde 2013, Bangladesh no sufría grandes ataques extremistas desde la pasada década, aunque fuentes diplomáticas y expertos de seguridad habían alertado de la probabilidad de una acción coordinada de este estilo.
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El grupo de yihadistas que la noche del viernes atacó un restaurante de dos chefs argentinos en el centro de la capital de Bangladesh asesinó a 20 rehenes, entre ellos nueve italianos y siete japoneses, antes de que cientos de soldados irrumpieran ayer en el lugar y pusieran fin a 12 horas de miedo y tensión.
El único de los dos argentinos que se encontraba en el lugar logró escapar ileso saltando a un edificio aledaño, sobreviviendo así a lo que hoy describió como "una película de terror".

Un total de 28 personas murieron en el ataque en Dacca, incluyendo a seis atacantes y a dos policías fallecidos el viernes en el asalto inicial al ataque, que fue reivindicado tanto por el Estado Islámico (EI) como por la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio.

Los hechos comenzaron en horas de la noche cuando siete jóvenes provistos de granadas, pistolas, rifles y machetes ingresaron al restaurante, ubicado en la zona de la ciudad donde están las sedes diplomáticas.

Una vez en el lugar, ordenaron a todos los bangladesíes identificarse antes de comenzar a matar a los que eran extranjeros o a los que no sabían recitar el Corán.
Argentino fuera de peligro

Uno de los chefs argentinos, Diego Rossini, declaró sentirse conmocionado tras haber vivido "una película de terror", de la que consiguió escapar después de esconderse de los terroristas y ser ayudado por la Policía.

"Estaba sacando mis mesas y vi que caía alguien, que un tipo se desplomaba fuera (en el jardín) por disparos. Di por hecho que eran terroristas", explicó.

"Subimos unas diez personas (a la terraza), pusimos muebles en la puerta. Pensamos que los terroristas matarían a los clientes y se irían, pero al rato sentimos cómo empujaban la puerta, como si fuera una película de terror", relató Rossini, que dirige la cocina junto a su compatriota Gastón Palacios, fuera de Bangladesh estos días.

Tras pasar varias balas a su lado, el chef saltó cuatro metros de altura intentando agarrarse a un árbol, pero cayó a un pasillo aledaño al edificio hasta que finalmente fue rescatado.

Inmerso en una ola de atentados selectivos de corte islamista desde 2013, Bangladesh no sufría grandes ataques extremistas desde la pasada década, aunque fuentes diplomáticas y expertos de seguridad habían alertado de la probabilidad de una acción coordinada de este estilo.

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