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No era un atacante del EI

Domingo, 24 de julio de 2016 01:30
La Policía alemana afirmó ayer que la matanza que la víspera dejó diez muertos en Múnich fue obra de un "desequilibrado" sin vínculos con el yihadismo, fascinado por los asesinos de masa como el noruego Anders Behring Breivik.
"Partimos del principio de que se trata de un acto clásico de un desequilibrado" sin ningún tipo de motivación política, declaró a la prensa un representante de la fiscalía, al referirse al autor del ataque, un joven de 18 años de doble nacionalidad alemana e iraní, que se suicidó tras el tiroteo.
"No hay otras razones" detrás de ese acto, que dejó diez muertos y 16 heridos, agregó.
"No hay absolutamente ningún vínculo con el Estado Islámico", declaró por su parte el jefe de la Policía de Múnich (sur), Hubertus Andrá.
La Policía halló indicios de que el joven sentía fascinación por los asesinatos en masa y que recopilaba información sobre "cuestiones vinculadas con desequilibrados" autores de matanzas, agregó.
Según Andrá, existe un vínculo "evidente" entre este tiroteo y el asesino supremacista blanco Anders Behring Breivik.
El viernes se cumplían cinco años de la masacre de 77 personas cometida por el ultraderechista noruego en la isla de Ut›ya, durante una concentración de jóvenes laboristas.
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La Policía alemana afirmó ayer que la matanza que la víspera dejó diez muertos en Múnich fue obra de un "desequilibrado" sin vínculos con el yihadismo, fascinado por los asesinos de masa como el noruego Anders Behring Breivik.
"Partimos del principio de que se trata de un acto clásico de un desequilibrado" sin ningún tipo de motivación política, declaró a la prensa un representante de la fiscalía, al referirse al autor del ataque, un joven de 18 años de doble nacionalidad alemana e iraní, que se suicidó tras el tiroteo.
"No hay otras razones" detrás de ese acto, que dejó diez muertos y 16 heridos, agregó.
"No hay absolutamente ningún vínculo con el Estado Islámico", declaró por su parte el jefe de la Policía de Múnich (sur), Hubertus Andrá.
La Policía halló indicios de que el joven sentía fascinación por los asesinatos en masa y que recopilaba información sobre "cuestiones vinculadas con desequilibrados" autores de matanzas, agregó.
Según Andrá, existe un vínculo "evidente" entre este tiroteo y el asesino supremacista blanco Anders Behring Breivik.
El viernes se cumplían cinco años de la masacre de 77 personas cometida por el ultraderechista noruego en la isla de Ut›ya, durante una concentración de jóvenes laboristas.

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