En su mensaje semanal a la nación, transmitido por radio, video y en la página web de la Casa Blanca, Obama renovó su llamado a regular las armas de asalto tras el peor tiroteo de la historia del país.
"Una y otra vez, hemos observado momentos de silencio por las víctimas del terror y la violencia armada (en el país). Demasiado a menudo, a esos momentos les han seguido meses de silencio. Les ha seguido una inacción que es simplemente inexcusable", dijo el mandatario.
Obama, que el jueves visitó Orlando para reunirse con supervivientes y familiares de las víctimas de la matanza, lamentó que tantos padres del país tengan que preocuparse por la violencia "en lugares a los que sus hijos e hijas van cada día: sus escuelas e iglesias, cines, discotecas, a medida que crecen".
"Es inadmisible que permitamos un fácil acceso de las armas de guerra a estos lugares. E incluso después de ver a padres llorar la muerte de sus hijos, el hecho de que como país no hagamos nada para evitar el siguiente sufrimiento no tiene ningún sentido", subrayó.
"Ser duros contra el terrorismo, particularmente contra el tipo de terrorismo planeado en Estados Unidos que hemos visto en Orlando y San Bernardino, significa hacer que sea más difícil que la gente que quiere matar a estadounidenses acceda a armas de asalto capaces de matar a decenas de inocentes lo más rápido posible", afirmó el mandatario.
El mensaje de Obama llega dos días antes de que el Senado vote mañana sobre cuatro enmiendas de ley relacionadas con las armas.
Pero pocos en el Senado confían en que esas enmiendas consigan los 60 votos que necesitan para salir adelante.
Entre las medidas hay una que impediría la compra de armas a quienes se encuentran en listas de vigilancia por sospechas de extremismo, y otra que requeriría un control de antecedentes a quienes compren armas en ferias y desde Internet.
Obama pidió a los senadores que "hagan lo correcto" en la votación, para evitar que se repita la situación de 2013, cuando su gobierno impulsó medidas para controlar las armas y el Congreso no las aprobó.
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En su mensaje semanal a la nación, transmitido por radio, video y en la página web de la Casa Blanca, Obama renovó su llamado a regular las armas de asalto tras el peor tiroteo de la historia del país.
"Una y otra vez, hemos observado momentos de silencio por las víctimas del terror y la violencia armada (en el país). Demasiado a menudo, a esos momentos les han seguido meses de silencio. Les ha seguido una inacción que es simplemente inexcusable", dijo el mandatario.
Obama, que el jueves visitó Orlando para reunirse con supervivientes y familiares de las víctimas de la matanza, lamentó que tantos padres del país tengan que preocuparse por la violencia "en lugares a los que sus hijos e hijas van cada día: sus escuelas e iglesias, cines, discotecas, a medida que crecen".
"Es inadmisible que permitamos un fácil acceso de las armas de guerra a estos lugares. E incluso después de ver a padres llorar la muerte de sus hijos, el hecho de que como país no hagamos nada para evitar el siguiente sufrimiento no tiene ningún sentido", subrayó.
"Ser duros contra el terrorismo, particularmente contra el tipo de terrorismo planeado en Estados Unidos que hemos visto en Orlando y San Bernardino, significa hacer que sea más difícil que la gente que quiere matar a estadounidenses acceda a armas de asalto capaces de matar a decenas de inocentes lo más rápido posible", afirmó el mandatario.
El mensaje de Obama llega dos días antes de que el Senado vote mañana sobre cuatro enmiendas de ley relacionadas con las armas.
Pero pocos en el Senado confían en que esas enmiendas consigan los 60 votos que necesitan para salir adelante.
Entre las medidas hay una que impediría la compra de armas a quienes se encuentran en listas de vigilancia por sospechas de extremismo, y otra que requeriría un control de antecedentes a quienes compren armas en ferias y desde Internet.
Obama pidió a los senadores que "hagan lo correcto" en la votación, para evitar que se repita la situación de 2013, cuando su gobierno impulsó medidas para controlar las armas y el Congreso no las aprobó.