Al menos seis civiles murieron y 22 resultaron heridos cuando un suicida detonó su carga explosiva cerca de una clínica, al norte de Kabul, al ver que la policía lo perseguía, informaron las autoridades afganas.
El suicida "iba en moto y se hizo estallar cerca de una clínica" del distrito de Siagerd,a 60 Km al noroeste de la ciudad de Kabul, así lo declaró el portavoz del gobernador de la provincia de Parwan.
Mohamed Zaman Mamozai, jefe de la policía provincial, confirmó el balance. "Se nos informó de que un suicida estaba a punto de llegar y se disponía a atacar una base de la policía. Lo perseguimos y se hizo saltar por los aires cerca de una escuela y una clínica", precisó.
Aunque ningún grupo insurgente ha reclamado hasta el momento la autoría del ataque, éste se produce a apenas tres semanas del comienzo de la tradicional ofensiva de primavera que los talibanes lanzan cada año al finalizar el invierno.
En la actualidad, esta formación insurgente controla casi un tercio del territorio afgano, la mayor extensión bajo su dominio desde la caída del régimen talibán por la invasión estadounidense en el año 2001.
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Al menos seis civiles murieron y 22 resultaron heridos cuando un suicida detonó su carga explosiva cerca de una clínica, al norte de Kabul, al ver que la policía lo perseguía, informaron las autoridades afganas.
El suicida "iba en moto y se hizo estallar cerca de una clínica" del distrito de Siagerd,a 60 Km al noroeste de la ciudad de Kabul, así lo declaró el portavoz del gobernador de la provincia de Parwan.
Mohamed Zaman Mamozai, jefe de la policía provincial, confirmó el balance. "Se nos informó de que un suicida estaba a punto de llegar y se disponía a atacar una base de la policía. Lo perseguimos y se hizo saltar por los aires cerca de una escuela y una clínica", precisó.
Aunque ningún grupo insurgente ha reclamado hasta el momento la autoría del ataque, éste se produce a apenas tres semanas del comienzo de la tradicional ofensiva de primavera que los talibanes lanzan cada año al finalizar el invierno.
En la actualidad, esta formación insurgente controla casi un tercio del territorio afgano, la mayor extensión bajo su dominio desde la caída del régimen talibán por la invasión estadounidense en el año 2001.