Ayer fueron inhumados los restos de José Raimundo González, conocido como "J.R", o el Gordito JR, o "Sochori", para los más amigos. Fue un fotógrafo de alma.
Heredero de la profesión que en Jujuy dignificaron Julio Gaite y Luis León Cuevas, y contemporáneo de una legión de artistas de la fotografía como Hugo Cuevas, de Quemel Temer, Carlitos Cortés, Toto Rivero y Robustiano Durán, entre otros, captó la historia política, social y cultural de esta provincia que amó con todo su corazón.
Fueron miles de bodas, bautismos y cumpleaños, que encontraban a JR sin sábados ni domingos ni feriados, aferrado a sus cámaras y flashes dando testimonio de todos los paisajes y las facetas de la vida provinciana.
Pasaron delante de sus lentes, las fiestas patronales, las campañas del Lobo, y todo acontecimiento vivido en Jujuy.
Fue también un pionero de viajes por el incipiente Paso de Jama y retrató como nadie a las reinas estudiantiles durante más de sesenta años. JR fue además, un innovador permanente. Desde las viejas máquinas de cajón, plásticas marca Gradosol, pasando por las nobles Yashicas, o Kodak, a las reliquias de negativos de 6x6 como las Hasselblad y las Rolleiflex, JR compraba lo último y lo mejor. Desde una novedosa y extraña Agfa que tomaba fotos panorámicas con una lente que giraba casi 180 grados. Hasta las maravillas digitales de hoy. Tuvo un legendario estudio en calle Belgrano al 1400 y el último en Lamadrid al 400.
JR, el Gordito, "Sochori", vistió con sus fotos en todos los diarios de Jujuy y cientos de veces las copiaron los medios nacionales e internacionales. Y adornó su vida profesional, con un carácter maravilloso, un buen humor inalterable y una hombría de bien que deja como patrimonio a una hermosa familia. En el cielo de los fotógrafos, anoche estallaron los flashes dando la bienvenida a un profesional y un jujeño ejemplar. Desde El Tribuno de Jujuy el reconocimiento a JR y un gran abrazo a su esposa, hijos y nietos.
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Ayer fueron inhumados los restos de José Raimundo González, conocido como "J.R", o el Gordito JR, o "Sochori", para los más amigos. Fue un fotógrafo de alma.
Heredero de la profesión que en Jujuy dignificaron Julio Gaite y Luis León Cuevas, y contemporáneo de una legión de artistas de la fotografía como Hugo Cuevas, de Quemel Temer, Carlitos Cortés, Toto Rivero y Robustiano Durán, entre otros, captó la historia política, social y cultural de esta provincia que amó con todo su corazón.
Fueron miles de bodas, bautismos y cumpleaños, que encontraban a JR sin sábados ni domingos ni feriados, aferrado a sus cámaras y flashes dando testimonio de todos los paisajes y las facetas de la vida provinciana.
Pasaron delante de sus lentes, las fiestas patronales, las campañas del Lobo, y todo acontecimiento vivido en Jujuy.
Fue también un pionero de viajes por el incipiente Paso de Jama y retrató como nadie a las reinas estudiantiles durante más de sesenta años. JR fue además, un innovador permanente. Desde las viejas máquinas de cajón, plásticas marca Gradosol, pasando por las nobles Yashicas, o Kodak, a las reliquias de negativos de 6x6 como las Hasselblad y las Rolleiflex, JR compraba lo último y lo mejor. Desde una novedosa y extraña Agfa que tomaba fotos panorámicas con una lente que giraba casi 180 grados. Hasta las maravillas digitales de hoy. Tuvo un legendario estudio en calle Belgrano al 1400 y el último en Lamadrid al 400.
JR, el Gordito, "Sochori", vistió con sus fotos en todos los diarios de Jujuy y cientos de veces las copiaron los medios nacionales e internacionales. Y adornó su vida profesional, con un carácter maravilloso, un buen humor inalterable y una hombría de bien que deja como patrimonio a una hermosa familia. En el cielo de los fotógrafos, anoche estallaron los flashes dando la bienvenida a un profesional y un jujeño ejemplar. Desde El Tribuno de Jujuy el reconocimiento a JR y un gran abrazo a su esposa, hijos y nietos.