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Terrorista se inmoló a las puerta de una comisaría

Martes, 02 de febrero de 2016 01:30
KABUL. EL EXTREMISTA ISLÁMICO PROVOCÓ LA MUERTE DE VEINTE PERSONAS.
Un miliciano talibán se inmoló ayer con una bomba en la puerta de una comisaría afgana en Kabul justo cuando salía un grupo de oficiales, y al menos 20 policías murieron y más de 30 personas resultaron heridas, informaron autoridades locales y la misión de la OTAN en Afganistán.
El vocero de la policía capitalina, Javid Niazi, explicó que el atacante suicida esperó la salida de los oficiales para detonar su chaleco de explosivos frente al edificio que funciona como la sede de la Policía Nacional Antidisturbios, en el barrio de Deh Mazang.
El portavoz de Apoyo Decidido, la misión de la OTAN en Afganistán, el coronel Michael Lawhorn, dijo que 20 policías murieron y 32 personas, entre ellas 25 agentes y seis policías, resultaron heridos en el ataque, informó la agencia de noticias EFE.
El movimiento insurgente talibán se adjudicó la autoría del atentado y sostuvo que al menos 40 policías fallecieron en el ataque, una afirmación que el gobierno afgano rechazó.
"El atentado fue cometido por un atacante suicida de nombre Muhammad", informó el vocero talibán Zabihullah Mujahid en un comunicado difundido a la prensa.
El edificio atacado se encuentra en el oeste de la capital afgana y también es la sede de la Policía de Fronteras, del Departamento de Tráfico y del zoológico de Kabul.
Desde que Estados Unidos y las potencias occidentales retiraron la mayor parte de sus contingentes militares, a fines de 2014, el movimiento talibán, el mismo que fue derrocado por la invasión estadounidense de 2001, pareció recuperar fuerza y pasó a la ofensiva en varios puntos del país, inclusive tomando el control de algunas ciudades, al menos temporalmente. En el caso de Kabul, los atentados crecieron dramáticamente y en su mayoría han tenido como objetivos a las fuerzas de seguridad y a sedes diplomáticas extranjeras. El atentado de ayer contra la sede policial coincidió con la visita a Kabul del ministro Interior de Alemania, Thomas de Maiziere, quien se encontraba en ese momento en la embajada de su país, a varios kilómetros del lugar del hecho.
El deterioro de la seguridad en la capital afgana se volvió aún más evidente en la última semana.
Desde el martes pasado, el 70% de la ciudad permanece a oscuras por un ataque talibán a una torre de alta tensión en el noroeste del país y pese a los esfuerzos del gobierno nacional, aún no han podido restablecer el suministro de electricidad para la capital y principal ciudad del país asiático.

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Un miliciano talibán se inmoló ayer con una bomba en la puerta de una comisaría afgana en Kabul justo cuando salía un grupo de oficiales, y al menos 20 policías murieron y más de 30 personas resultaron heridas, informaron autoridades locales y la misión de la OTAN en Afganistán.
El vocero de la policía capitalina, Javid Niazi, explicó que el atacante suicida esperó la salida de los oficiales para detonar su chaleco de explosivos frente al edificio que funciona como la sede de la Policía Nacional Antidisturbios, en el barrio de Deh Mazang.
El portavoz de Apoyo Decidido, la misión de la OTAN en Afganistán, el coronel Michael Lawhorn, dijo que 20 policías murieron y 32 personas, entre ellas 25 agentes y seis policías, resultaron heridos en el ataque, informó la agencia de noticias EFE.
El movimiento insurgente talibán se adjudicó la autoría del atentado y sostuvo que al menos 40 policías fallecieron en el ataque, una afirmación que el gobierno afgano rechazó.
"El atentado fue cometido por un atacante suicida de nombre Muhammad", informó el vocero talibán Zabihullah Mujahid en un comunicado difundido a la prensa.
El edificio atacado se encuentra en el oeste de la capital afgana y también es la sede de la Policía de Fronteras, del Departamento de Tráfico y del zoológico de Kabul.
Desde que Estados Unidos y las potencias occidentales retiraron la mayor parte de sus contingentes militares, a fines de 2014, el movimiento talibán, el mismo que fue derrocado por la invasión estadounidense de 2001, pareció recuperar fuerza y pasó a la ofensiva en varios puntos del país, inclusive tomando el control de algunas ciudades, al menos temporalmente. En el caso de Kabul, los atentados crecieron dramáticamente y en su mayoría han tenido como objetivos a las fuerzas de seguridad y a sedes diplomáticas extranjeras. El atentado de ayer contra la sede policial coincidió con la visita a Kabul del ministro Interior de Alemania, Thomas de Maiziere, quien se encontraba en ese momento en la embajada de su país, a varios kilómetros del lugar del hecho.
El deterioro de la seguridad en la capital afgana se volvió aún más evidente en la última semana.
Desde el martes pasado, el 70% de la ciudad permanece a oscuras por un ataque talibán a una torre de alta tensión en el noroeste del país y pese a los esfuerzos del gobierno nacional, aún no han podido restablecer el suministro de electricidad para la capital y principal ciudad del país asiático.

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