Agentes aduaneros secuestraron alrededor de 5 kilogramos de cocaína en el puente internacional de la ciudad fronteriza de La Quiaca.
El procedimiento se realizó el domingo último durante la última hora de atención al público, en el momento de cierre de la jornada del fin de semana, bajo una corta pero intensa lluvia, cuando el guarda aduanero destacado analizó las circunstancias de riesgos delictuales, por el ingreso al territorio nacional de un vehículo con patente argentina, conducido por su propietario, un ciudadano boliviano radicado en la provincia de Buenos Aires.
El estupefaciente estaba contenido en 2 botellas gaseosas chicas de 1/2 litro y en 4 partes de mangueras tapadas en las puntas, ocultadas en el interior de los compartimientos metálicos del paragolpes trasero del vehículo turista tipo rural.
La sagacidad del funcionario aduanero argentino dio lugar a una revisión manual y exhaustiva mediante el fondeo total del vehículo, hasta encontrar los elementos extraños ocultos en las partes más recónditas del automóvil particular que circulaba como simple turista, pretendiendo ingresar el país con el contrabando de la peligrosa droga.
Al dar intervención a la Justicia Federal de nuestra provincia, la Fiscalía y el Juzgado Federal correspondientes instruyeron las actuaciones por el delito penal de Contrabando de Importación de Estupefacientes en vulneración al Código Aduanero Ley 22.415, con detención del ciudadano boliviano radicado en el país a cargo de la fuerza de seguridad Gendarmería Nacional.
Con este se suma el octavo procedimiento de incautación de drogas realizado en el corriente año por el personal aduanero en el Puente Internacional La Quiaca-Villazón.
Allí se trabaja todos los días en manera constante a pesar de las malas condiciones de infraestructura edilicia, sometidos a los rigores climáticos propios de la puna jujuña, a más de 3.400 m de altura, en una frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia sumamente expuesta a este tipo de riesgos delictuales. Que además sin disponer de equipos ni medios de control suficientes para combatir el flagelo de las drogas y el contrabando.
El procedimiento se realizó el domingo último durante la última hora de atención al público, en el momento de cierre de la jornada del fin de semana, bajo una corta pero intensa lluvia, cuando el guarda aduanero destacado analizó las circunstancias de riesgos delictuales, por el ingreso al territorio nacional de un vehículo con patente argentina, conducido por su propietario, un ciudadano boliviano radicado en la provincia de Buenos Aires.
El estupefaciente estaba contenido en 2 botellas gaseosas chicas de 1/2 litro y en 4 partes de mangueras tapadas en las puntas, ocultadas en el interior de los compartimientos metálicos del paragolpes trasero del vehículo turista tipo rural.
La sagacidad del funcionario aduanero argentino dio lugar a una revisión manual y exhaustiva mediante el fondeo total del vehículo, hasta encontrar los elementos extraños ocultos en las partes más recónditas del automóvil particular que circulaba como simple turista, pretendiendo ingresar el país con el contrabando de la peligrosa droga.
Al dar intervención a la Justicia Federal de nuestra provincia, la Fiscalía y el Juzgado Federal correspondientes instruyeron las actuaciones por el delito penal de Contrabando de Importación de Estupefacientes en vulneración al Código Aduanero Ley 22.415, con detención del ciudadano boliviano radicado en el país a cargo de la fuerza de seguridad Gendarmería Nacional.
Con este se suma el octavo procedimiento de incautación de drogas realizado en el corriente año por el personal aduanero en el Puente Internacional La Quiaca-Villazón.
Allí se trabaja todos los días en manera constante a pesar de las malas condiciones de infraestructura edilicia, sometidos a los rigores climáticos propios de la puna jujuña, a más de 3.400 m de altura, en una frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia sumamente expuesta a este tipo de riesgos delictuales. Que además sin disponer de equipos ni medios de control suficientes para combatir el flagelo de las drogas y el contrabando.
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Agentes aduaneros secuestraron alrededor de 5 kilogramos de cocaína en el puente internacional de la ciudad fronteriza de La Quiaca.
El procedimiento se realizó el domingo último durante la última hora de atención al público, en el momento de cierre de la jornada del fin de semana, bajo una corta pero intensa lluvia, cuando el guarda aduanero destacado analizó las circunstancias de riesgos delictuales, por el ingreso al territorio nacional de un vehículo con patente argentina, conducido por su propietario, un ciudadano boliviano radicado en la provincia de Buenos Aires.
El estupefaciente estaba contenido en 2 botellas gaseosas chicas de 1/2 litro y en 4 partes de mangueras tapadas en las puntas, ocultadas en el interior de los compartimientos metálicos del paragolpes trasero del vehículo turista tipo rural.
La sagacidad del funcionario aduanero argentino dio lugar a una revisión manual y exhaustiva mediante el fondeo total del vehículo, hasta encontrar los elementos extraños ocultos en las partes más recónditas del automóvil particular que circulaba como simple turista, pretendiendo ingresar el país con el contrabando de la peligrosa droga.
Al dar intervención a la Justicia Federal de nuestra provincia, la Fiscalía y el Juzgado Federal correspondientes instruyeron las actuaciones por el delito penal de Contrabando de Importación de Estupefacientes en vulneración al Código Aduanero Ley 22.415, con detención del ciudadano boliviano radicado en el país a cargo de la fuerza de seguridad Gendarmería Nacional.
Con este se suma el octavo procedimiento de incautación de drogas realizado en el corriente año por el personal aduanero en el Puente Internacional La Quiaca-Villazón.
Allí se trabaja todos los días en manera constante a pesar de las malas condiciones de infraestructura edilicia, sometidos a los rigores climáticos propios de la puna jujuña, a más de 3.400 m de altura, en una frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia sumamente expuesta a este tipo de riesgos delictuales. Que además sin disponer de equipos ni medios de control suficientes para combatir el flagelo de las drogas y el contrabando.
El procedimiento se realizó el domingo último durante la última hora de atención al público, en el momento de cierre de la jornada del fin de semana, bajo una corta pero intensa lluvia, cuando el guarda aduanero destacado analizó las circunstancias de riesgos delictuales, por el ingreso al territorio nacional de un vehículo con patente argentina, conducido por su propietario, un ciudadano boliviano radicado en la provincia de Buenos Aires.
El estupefaciente estaba contenido en 2 botellas gaseosas chicas de 1/2 litro y en 4 partes de mangueras tapadas en las puntas, ocultadas en el interior de los compartimientos metálicos del paragolpes trasero del vehículo turista tipo rural.
La sagacidad del funcionario aduanero argentino dio lugar a una revisión manual y exhaustiva mediante el fondeo total del vehículo, hasta encontrar los elementos extraños ocultos en las partes más recónditas del automóvil particular que circulaba como simple turista, pretendiendo ingresar el país con el contrabando de la peligrosa droga.
Al dar intervención a la Justicia Federal de nuestra provincia, la Fiscalía y el Juzgado Federal correspondientes instruyeron las actuaciones por el delito penal de Contrabando de Importación de Estupefacientes en vulneración al Código Aduanero Ley 22.415, con detención del ciudadano boliviano radicado en el país a cargo de la fuerza de seguridad Gendarmería Nacional.
Con este se suma el octavo procedimiento de incautación de drogas realizado en el corriente año por el personal aduanero en el Puente Internacional La Quiaca-Villazón.
Allí se trabaja todos los días en manera constante a pesar de las malas condiciones de infraestructura edilicia, sometidos a los rigores climáticos propios de la puna jujuña, a más de 3.400 m de altura, en una frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia sumamente expuesta a este tipo de riesgos delictuales. Que además sin disponer de equipos ni medios de control suficientes para combatir el flagelo de las drogas y el contrabando.