¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La lucha de Axel Quispe con la leucemia

Jueves, 10 de noviembre de 2016 01:30
<div>UN LUCHADOR / AXEL QUISPE JUNTO A SU MADRE LILIANA CARDOZO.</div><div>
Axel Quispe es un niño de 11 años, en marzo del año pasado le detectaron leucemia. Después de un período de adaptación al tratamiento, donde junto a su madre, Liliana Cardozo, y toda su familia vivieron angustias y desazón, hoy se encuentra mejor y con muchas expectativas por salir adelante.
Su primer síntoma lo tuvo a fines del 2014, cuando repentinamente le empezó a doler el tobillo. Asistieron a controles médicos pero la dolencia persistía. Luego, empezó a sentir fatiga, dormía mucho y bajó de peso. "Al principio nos dijeron que esto era simplemente por una cuestión de crecimiento, pero cada vez era peor. Un día le empezó a doler la zona de la mandíbula y tampoco le dieron el diagnostico correspondiente", mencionó su madre en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
El dolor de tobillo siguió aumentando a tal punto que Axel ya no podía caminar, evidentemente no era un dolor común de crecimiento, "me preguntaron si se había golpeado el tobillo, pero no le había pasado nada. Me derivaron al Hospital de Niños, lo internaron y a los pocos días nos dijeron que era leucemia, fue el peor momento de mi vida".
Fue ahí cuando iniciaron el duro camino del tratamiento: quimioterapia, caída del pelo, cambio de estados de ánimo y otras dificultades por las que tuvieron que pasar. "La quimioterapia fue muy dura, pero se fue acostumbrando, aceptamos la enfermedad y él aprendió a medicarse".
"Al día de hoy pasamos situaciones muy difíciles, quizás después de agosto nos estabilizamos un poco pero siguen algunas dolencias, a él le sigue doliendo el tobillo, hasta estuvo un tiempo en silla de ruedas, ahora está mejor pero le sigue doliendo", continúa su relato Cardozo.
Axel continuó su vida con normalidad, pudo ir a la escuela, y después de que su madre hablara con los directivos y docentes, hasta sintió ese apoyo que tanto necesita por parte de sus compañeros y de toda la institución. "En la escuela nos ayudan mucho, nos dieron la contención que necesitábamos y toman los recaudos higiénicos necesarios para el bienestar de mi hijo".
En cuanto a las experiencias que tuvieron en la vía pública sostuvo que "la sociedad es muy egoísta, cuando lo ven a mi hijo con barbijo piensan que tiene algo contagioso, lo miran como algo raro, ellos tienen su enfermedad pero no es contagiosa. Nosotros sí somos contagiosos, llevamos los virus que podemos pasarles a ellos, eso muchas personas no lo entienden".
Con respecto al apoyo que debería brindar las autoridades en las familias que tienen en su seno a un niño con cáncer dijo que "yo tengo un trabajo estable pero hay madres y padres que pasan por esta situación y poseen muchas carencias económicas, es lamentable que por parte de las autoridades no haya consideración para las familias que pasamos por esto. Yo voy muy seguido al hospital, y ahí me topé con muchos casos muy dolorosos. Hay familias que no pueden brindarle a sus hijos la dieta que corresponde, tocamos puertas del Gobierno pero nos dijeron que para niños con cáncer no hay ayuda. Esto es injusto porque hay padres que viven en asentamientos y no tienen el dinero para la dieta o para el transporte por ejemplo".
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Axel Quispe es un niño de 11 años, en marzo del año pasado le detectaron leucemia. Después de un período de adaptación al tratamiento, donde junto a su madre, Liliana Cardozo, y toda su familia vivieron angustias y desazón, hoy se encuentra mejor y con muchas expectativas por salir adelante.
Su primer síntoma lo tuvo a fines del 2014, cuando repentinamente le empezó a doler el tobillo. Asistieron a controles médicos pero la dolencia persistía. Luego, empezó a sentir fatiga, dormía mucho y bajó de peso. "Al principio nos dijeron que esto era simplemente por una cuestión de crecimiento, pero cada vez era peor. Un día le empezó a doler la zona de la mandíbula y tampoco le dieron el diagnostico correspondiente", mencionó su madre en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
El dolor de tobillo siguió aumentando a tal punto que Axel ya no podía caminar, evidentemente no era un dolor común de crecimiento, "me preguntaron si se había golpeado el tobillo, pero no le había pasado nada. Me derivaron al Hospital de Niños, lo internaron y a los pocos días nos dijeron que era leucemia, fue el peor momento de mi vida".
Fue ahí cuando iniciaron el duro camino del tratamiento: quimioterapia, caída del pelo, cambio de estados de ánimo y otras dificultades por las que tuvieron que pasar. "La quimioterapia fue muy dura, pero se fue acostumbrando, aceptamos la enfermedad y él aprendió a medicarse".
"Al día de hoy pasamos situaciones muy difíciles, quizás después de agosto nos estabilizamos un poco pero siguen algunas dolencias, a él le sigue doliendo el tobillo, hasta estuvo un tiempo en silla de ruedas, ahora está mejor pero le sigue doliendo", continúa su relato Cardozo.
Axel continuó su vida con normalidad, pudo ir a la escuela, y después de que su madre hablara con los directivos y docentes, hasta sintió ese apoyo que tanto necesita por parte de sus compañeros y de toda la institución. "En la escuela nos ayudan mucho, nos dieron la contención que necesitábamos y toman los recaudos higiénicos necesarios para el bienestar de mi hijo".
En cuanto a las experiencias que tuvieron en la vía pública sostuvo que "la sociedad es muy egoísta, cuando lo ven a mi hijo con barbijo piensan que tiene algo contagioso, lo miran como algo raro, ellos tienen su enfermedad pero no es contagiosa. Nosotros sí somos contagiosos, llevamos los virus que podemos pasarles a ellos, eso muchas personas no lo entienden".
Con respecto al apoyo que debería brindar las autoridades en las familias que tienen en su seno a un niño con cáncer dijo que "yo tengo un trabajo estable pero hay madres y padres que pasan por esta situación y poseen muchas carencias económicas, es lamentable que por parte de las autoridades no haya consideración para las familias que pasamos por esto. Yo voy muy seguido al hospital, y ahí me topé con muchos casos muy dolorosos. Hay familias que no pueden brindarle a sus hijos la dieta que corresponde, tocamos puertas del Gobierno pero nos dijeron que para niños con cáncer no hay ayuda. Esto es injusto porque hay padres que viven en asentamientos y no tienen el dinero para la dieta o para el transporte por ejemplo".

Temas de la nota