La realidad es distinta, es más que significativo saber sobre el tema y tomar conciencia.
Hace poco salió a la luz el caso de uno de los hijos de Luisana Lopilato, reconocida actriz argentina casada con el cantante Michael Bublé, eso demuestra que nadie está exento a que le suceda.
"Para esta enfermedad no importa si el niño tiene dinero o si es pobre, esto le puede tocar a cualquiera. No hay causas establecidas, solo factores de incidencia que son por condición genética o por un golpe o accidente se puede despertar el cáncer", manifestó Denise Bonada.
Es importante desde los padres hacer un seguimiento en los niños, hasta los 5 o 6 años de edad es más fácil porque ellos los visten y bañan generalmente, pero cuando van creciendo es más complicado porque se tarda en observar algunos de los síntomas o señales de alarma.
Según la Organización Mundial de la Salud las señales de alarma son las siguientes: dolor persistente en huesos y estómago, fiebre sin explicación por más de una semana, moretones o sangrado de nariz o encías, crecimiento anormal de bultos en el rostro, picazón en el cuerpo sin lesiones en la piel, cansancio fácil, palidez y desnutrición.
También figuran la pérdida de peso, sudoración abundante sin causa alguna, estómago que crece rápidamente, infección que no mejora, dolor de cabeza y vómitos por varios días, mancha blanca en el ojo cuando le da la luz.
Es recomendable que ante dos o tres síntomas se consulte inmediatamente al médico.
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La realidad es distinta, es más que significativo saber sobre el tema y tomar conciencia.
Hace poco salió a la luz el caso de uno de los hijos de Luisana Lopilato, reconocida actriz argentina casada con el cantante Michael Bublé, eso demuestra que nadie está exento a que le suceda.
"Para esta enfermedad no importa si el niño tiene dinero o si es pobre, esto le puede tocar a cualquiera. No hay causas establecidas, solo factores de incidencia que son por condición genética o por un golpe o accidente se puede despertar el cáncer", manifestó Denise Bonada.
Es importante desde los padres hacer un seguimiento en los niños, hasta los 5 o 6 años de edad es más fácil porque ellos los visten y bañan generalmente, pero cuando van creciendo es más complicado porque se tarda en observar algunos de los síntomas o señales de alarma.
Según la Organización Mundial de la Salud las señales de alarma son las siguientes: dolor persistente en huesos y estómago, fiebre sin explicación por más de una semana, moretones o sangrado de nariz o encías, crecimiento anormal de bultos en el rostro, picazón en el cuerpo sin lesiones en la piel, cansancio fácil, palidez y desnutrición.
También figuran la pérdida de peso, sudoración abundante sin causa alguna, estómago que crece rápidamente, infección que no mejora, dolor de cabeza y vómitos por varios días, mancha blanca en el ojo cuando le da la luz.
Es recomendable que ante dos o tres síntomas se consulte inmediatamente al médico.