Con más de setenta años dedicados a la músic, tiene la autoridad para decir cómo es esto de buscar la identidad, y de analizar por qué los proyectos de cultura deben comenzar una y otra vez de cero, cada vez que hay un cambio de gestión política.
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Con más de setenta años dedicados a la músic, tiene la autoridad para decir cómo es esto de buscar la identidad, y de analizar por qué los proyectos de cultura deben comenzar una y otra vez de cero, cada vez que hay un cambio de gestión política.
Una vez más, poniéndole el cuerpo al Tantanakuy Infantil...
Una reunión más, un año más de cosas que son esperanzadoras. A no decaer, no es una cuestión de cantidades, de volumen sino de elementos que son esenciales dentro de cada uno de nosotros. Estamos aquí los que sentimos esto, tratando de indicarles un camino a los jóvenes y niños que a través de sus maestros, muchos de ellos han sido protagonistas del Tantanakuy, y hoy pueden volcar esto en los que hoy son jóvenes, y así será sucesivamente hasta que seamos un país donde existirán todas las posibilidades de ser iguales. Cosa que hoy estamos en esta lucha. A veces, parece que hay un grupo de excelencia y otro grupo de menos excelencia. En realidad se trata de que somos argentinos y va a llegar el tiempo de argentinos por argentinos mismos. Alguna vez lo escuché decir a Jaime Dávalos que algún día dejaremos de ser esos hombres que bajaron de los puertos para descubrir que ya estábamos en esta tierra.
Días pasados tuve la oportunidad de conocer al ministro de la provincia, en Junín, y hablábamos que la tarea de ellos es realmente difícil, porque cuando pasan cuatros años y cambia el partido político parece que hay que hacer todo de nuevo y es la gente de la cultura, del arte, los hombres que estamos comprometidos con esto como actitud de vida, los que tenemos que reclamar que con un proyecto de cuatro años, no se solucionan las cosas. Hay para algunos elementos como la educación, la salud en los que se puede ir bien encausado pero seguramente cambia la vista del rumbo y creen que lo que se estuvo haciendo hasta ese momento no era lo correcto y cambian todo. Ese sueño de Patria Grande que ya germinó en toda Latinoamérica. Ahí tenemos que tener la mirada, en una patria grande sumada los unos a los otros.
¿Y espacios como el Tantanakuy ayudan a reafirmar nuestra identidad para llegar a esa Patria Grande?
Sí. Creo sinceramente que las costumbres y tradiciones tienen mucho que ver. La música, por ejemplo, no es un elemento que tiene que tener visa para pasar de un país a otro, va y viene como el viento, y nos encontramos con músicos populares que se conocen en distintos países. Creo que la magnitud de la fuerza no está aprovechada como debe ser. Por ejemplo, yo he tocado en diferentes escenarios del mundo y se comienza a considerar el charango como un instrumento musical, no como una cosa menor, un instrumento de los indios. Y lo digo con conocimiento de causa porque es lo que a mí me sucedió en mi familia. Ninguno quería que yo estudiara charango. Y hoy ya comienza a haber música escrita para charango, ya comienza a ser un elemento que pertenece a una cosa que era anterior, que éramos una nación, en la que no había una línea divisoria que definiera que un bailecito es de acá y no de allá. Eso lo hemos ido superando. Cuando se anuncia un encuentro de música como este, es siempre sumatorio.
Esto es el arte, la cultura, las costumbres, las tradiciones. El año pasado estuve en Australia con las comunidades aborígenes y puedo asegurar que hay mil cosas en común. Porque el ser humano es esto, capaz de las cosas más bellas y las cosas más tristes. Siento mucha felicidad al ver parte de las cosas que uno ha insinuado. Seguramente en el tiempo habrá otras que sean superadoras porque la identidad es ser nosotros mismos, no parecernos a nadie, ser, el ser. Yo creo que hay cosas en las se puede ser uno mismo.
¿Qué siente cuando sus pares hablan de usted como un referente?
Yo de tantas palabras de amor, siempre digo que soy nada más lo que siempre quise ser. Quise ser esto, un hombre de un lugar de la tierra, en este caso se dio con la música. Pero yo recuerdo a (René) Favaloro que me decía que los sábados y domingos le entraba el argentinismo más fuerte que nunca y hacía las cosas cotidianas. De eso trata, yo no quiero que mis hijos se pongan un poncho y un charango, quiero que sean libres a lo que hace a la vida, pero hay que tratar de buscar esto que es imprescindible, buscar y mostrar con orgullo el origen nuestro.
Después de setenta años en la música, ¿cómo hace para mantener la misma pasión por el charango?
Cierro los ojos cuando estoy en otro lugar e imagino esta platea que está aquí (en el Tantanakuy) pienso en estos niños, en los maestros, en los hombres que están y siguen creyendo en estas cosas. Hay un poema que me regaló Jaime Dávalos y que dice "cuando toco mi charango, rezo por la Pachamama y me voy cerrando los ojos al útero de mi mama" y es esto, el vientre de esta América. Mi vieja era chola, y cada vez que recuerdo que tuvo que cambiarse sus polleras por un vestido porque estaba en una ciudad, siento como una vejación. Esto que todavía sigue siendo tan discriminatorio, sobre todo en las grandes ciudades. Tenemos que lograr mantener nuestra identidad.
¿En qué momento empezó a sentir el reconocimiento de la gente?
No hay un momento, ni un escenario. Es el tiempo. Uno no elige, mi vida es muy tranquila en relación con esto que es el consumo masivo de las cosas que son siempre de moda. En estos momentos estamos escuchando "El cóndor pasa", que nos mostró identidad y se conoció en el mundo. Gardel fue un hombre que identificó a esta tierra, así como Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y tantos otros.
¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Estamos compartiendo actividades con Tonolec, en el trabajo de "Electroplano", un disco que decidí grabar con música electrónica. Estamos en este trabajo, porque una vez estaba en un hotel de Argelia y escuché esa música, son emociones muy fuertes. Entonces conservando esto que digo yo como identidad se pueden lograr cosas maravillosas.
Y con la formación, que en estos momentos integra como visita el "Mono" Izaurralde, con el que pasamos momentos felices, hemos estrenado alguna obra este año. Tengo la felicidad de saber que hay un músico, compositor de música clásica que incluye el charango para esto. No son pocas las cosas.
¿Tiene alguna gira próximamente?
Eso va más allá de los pensamientos y los deseos. Nos requieren o no. Tendríamos que estar saliendo de gira por América del sur pero por algunos problemitas de salud de alguno de los muchachos no la pudimos hacer. Pero siempre hay actividad y actitud por sobre todas las cosas.
Y hablando de actitud, además hace poco lanzó su vino...
Si. Sino me lo preguntás yo no te diría nada. Está hecho de la manera más sencilla. Un enólogo con amor a la música me ofreció hacer un corte de vino y dije que sí. Y ahí anda dando vuelta para engolosinarse, un vinito llamado Sumaj Tica. Que significa Sumaj (linda) y Tica (flor)
Al finalizar la entrevista el gran maestro, con la humildad que lo caracteriza envió sus saludos para todos los lectores de El Tribuno de Jujuy y recordó a Oscar D' Oliveira un periodista del diario a quien agradeció por haberlo acompañado durante tantos años.