Con la lluvia apurando el paso de las primeras comparsas, el Carnaval dio inicio ayer en la ciudad con la apertura de una nueva edición de los Corsos Capitalinos. El barrio Alto Comedero fue el anfitrión de una jornada donde el color, los trajes y las danzas típicas fueron las estrellas de la tarde. Más allá de la jornada gris, que por momentos trajo algunas gotas, las primeras comparsas abrieron el recorrido por el “corsodromo” ubicado sobre la avenida Marina Vilte. Acompañaron su paso un gran número de vecinos quienes aplaudieron y bailaron al ritmo de las mismas.
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Con la lluvia apurando el paso de las primeras comparsas, el Carnaval dio inicio ayer en la ciudad con la apertura de una nueva edición de los Corsos Capitalinos. El barrio Alto Comedero fue el anfitrión de una jornada donde el color, los trajes y las danzas típicas fueron las estrellas de la tarde. Más allá de la jornada gris, que por momentos trajo algunas gotas, las primeras comparsas abrieron el recorrido por el “corsodromo” ubicado sobre la avenida Marina Vilte. Acompañaron su paso un gran número de vecinos quienes aplaudieron y bailaron al ritmo de las mismas.
“Hemos lanzado la primera noche y los corsos volverán a mostrar todo su brillo hoy domingo y el próximo sábado 13 y domingo 14 de febrero”, dijo José Rodríguez Bárcena, secretario de Turismo y Cultura municipal.
El funcionario resaltó también la participación de la familia en estos carnavales: “han llegado a ver a las diferentes comparsas los abuelos, los padres y los niños”, destacó.
Es importante recordar que la organización general de esta fiesta carnestolenda corre por cuenta de la Municipalidad de la capital, “a través de sus distintas áreas”, y agregó que “cada una de ellas se ocupan de temas específicos para que todo salga como corresponde”.
“Desde la Secretaria de cultura tenemos la responsabilidad más importante, y es el trabajo del “comisario de corsos”, quien se encarga la jefatura operativa de cada una de las noches”, reconoció el secretario.
“Comisario de corsos”
Moisés Herrera es quien cumple este importante rol. Por sus manos pasa toda la organización del evento y trabaja con los responsables de las comparsas para que el paso de las mismas sea ágil y dinámico; “tenemos cincuenta comparsas inscriptas con más de 4.500 personas desfilando por noche”, dijo Herrera y agregó que “año a año se va perfeccionando más el trabajo de las comparsas y eso a la gente le gusta”, dijo orgulloso.
Entre las comparsas que participan de los corsos capitalinos hay 27 caporales; 7 comparsas indígenas; dos artísticas; murgas artísticas; danzas bolivianas caporales y otras con el ritmo de morenadas y diabladas, entre otros.