El papa Francisco clamará por justicia para las víctimas de la violencia durante su visita a México y abogará por un trato más humano para los migrantes, dijo en una entrevista el cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado del país.
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El papa Francisco clamará por justicia para las víctimas de la violencia durante su visita a México y abogará por un trato más humano para los migrantes, dijo en una entrevista el cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado del país.
El cardenal Rivera declaró en la jornada de ayer que aunque el Papa no tiene una cita privada programada con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos -caso que despertó la indignación internacional-, evocará la urgencia de todas las víctimas durante su visita a México, del 12 al 17 de febrero.
La desaparición de los estudiantes de magisterio en el año 2014 "fue un acontecimiento trágico para México. Fue terrible lo que sucedió y por supuesto que los familiares siguen sufriendo, pero el problema no se limita a los 43 jóvenes", dijo Rivera durante la entrevista en su oficina en la Ciudad de México, al ser preguntado por qué no había una cita con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa.
En esa línea, el arzobispo primado de México (y arzobispo de la Ciudad de México) subrayó que en el país hay más de 26 mil desaparecidos.
Los padres de los normalistas exigen que el Estado continúe con las pesquisas, convencidos de que sus hijos están con vida.
"Yo creo que (los padres de los 43) tendrían derecho (a una audiencia privada con el Papa), pero también tienen derecho a una palabra de esperanza, de justicia, a una palabra de mejor perspectivas todos aquellos que han tenido seres queridos que están desaparecidos", indicó el cardenal, de 73 años.
"En primer lugar, se va a dirigir a aquellos que están sufriendo esta situación de violencia para que no pierdan la esperanza, para que puedan seguir exigiendo la justicia, la verdad", dijo.
Por último, el cardenal consideró que "es muy importante que el papa Francisco venga y pida que tanto la ciudadanía como los que gobiernan se expresen con la verdad y que nunca pierdan la fe".
Padres de los 43 estudiantes esperan un "mensaje fuerte"
Padres y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos hace 16 meses en el sur de México instaron al papa Francisco que durante su gira en febrero por el país "le hable fuerte" a la clase política, a la que cuestionan por la ineficacia expuesta en la investigación del caso.
Acompañados de estudiantes de ese estado, los padres de los jóvenes de la escuela normal de Ayotzinapa, en Guerrero, ofrecieron una rueda de prensa en una plaza pública de Morelia, capital de Michoacán, que será visitada el 16 de febrero por el sumo pontífice.
El portavoz de los padres, Melitón Ortega, se pronunció porque durante su estadía en México, Francisco emita un mensaje "claro y fuerte" a la clase política, a la que reprochan por su incapacidad para dar con el paradero de los desaparecidos, en contrapunto con la eficiente tarea que hizo en la recaptura del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando fueron atacados por policías municipales aliados con el grupo criminal Guerreros Unidos.
De acuerdo con la versión oficial, los jóvenes fueron asesinados y luego incinerados por los criminales. Sin embargo, en septiembre del año pasado un grupo de expertos comandados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) refutó la versión de las autoridades y pidió continuar la búsqueda.
Los padres han recorrido diferentes estados del país desde el 16 de enero para reiterar su reclamo.
Por una migración más humana
El gobierno de México emprendió en 2014 una severa campaña contra los indocumentados -centroamericanos principalmente- en su frontera sur con Guatemala, tras el masivo ingreso de niños migrantes que llegaron, sin acompañamiento de un adulto, en marcha hacia Estados Unidos.
Según organizaciones defensoras de los derechos humanos, los operativos de esta estrategia mexicana derivaron en abusos.
"El Papa, precisamente con esa calidad moral que él tiene, puede tocar muchas puertas, muchos corazones, muchos poderes de este mundo para que esa migración sea más humana", dijo el arzobispo Rivera, cuyos padres emigraron a Estados Unidos cuando él era niño.
"Lo que pedimos al norte (Estados Unidos), tenemos que ofrecerle también al sur en el caso de la migración. Yo creo que no sería saludable para México estar pidiendo respeto y derechos humanos para nuestros paisanos y aquí tratar mal a los migrantes que vienen del sur", acotó.