Martín Lanatta, uno de los cuatro condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ratificó ayer ante la jueza María Servini de Cubría que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, tiene vínculos con el tráfico de efedrina en la Argentina.
Fuentes judiciales informaron que el detenido, que declaró como testigo, aportó la identidad de un hombre de origen mexicano líder de un cartel del narcotráfico que habría hecho diferentes pagos por la droga y que ese negocio quedó en manos de Aníbal Fernández.
Lanatta llegó temprano a los tribunales de Retiro bajo una fuerte custodia y, en primer lugar, declaró como testigo ante el fiscal Gerardo Pollicita, quien tiene una causa generada por una denuncia hecha en 2013 por la diputada Elisa Carrió en la que dijo que Fernández ejerce una suerte de protección al contrabando de drogas en general. Se trata de una causa derivada de aquella en que se juzgó el triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados Leopoldo Bina, Sebastián Forza y Damián Ferrón en 2008, hecho por el cual fueron condenados Lanatta y otras tres personas.
Ante Pollicita, Lanatta aseguró que Fernández estaba detrás del tráfico de efedrina y volvió a ratificar, tal cual lo había dicho en una entrevista televisiva, que había irregularidades en el Renar y la Sedronar.
Posteriormente, Lanatta declaró ante la jueza María Servini de Cubría, quien investiga la importación de efedrina por más de 40 mil kilos entre 2004 y 2008.
Ante la jueza y el fiscal Juan Pedro Zoni, Lanatta ratificó que el jefe de Gabinete era quien se había quedado con el negocio de la efedrina.
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Martín Lanatta, uno de los cuatro condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ratificó ayer ante la jueza María Servini de Cubría que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, tiene vínculos con el tráfico de efedrina en la Argentina.
Fuentes judiciales informaron que el detenido, que declaró como testigo, aportó la identidad de un hombre de origen mexicano líder de un cartel del narcotráfico que habría hecho diferentes pagos por la droga y que ese negocio quedó en manos de Aníbal Fernández.
Lanatta llegó temprano a los tribunales de Retiro bajo una fuerte custodia y, en primer lugar, declaró como testigo ante el fiscal Gerardo Pollicita, quien tiene una causa generada por una denuncia hecha en 2013 por la diputada Elisa Carrió en la que dijo que Fernández ejerce una suerte de protección al contrabando de drogas en general. Se trata de una causa derivada de aquella en que se juzgó el triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados Leopoldo Bina, Sebastián Forza y Damián Ferrón en 2008, hecho por el cual fueron condenados Lanatta y otras tres personas.
Ante Pollicita, Lanatta aseguró que Fernández estaba detrás del tráfico de efedrina y volvió a ratificar, tal cual lo había dicho en una entrevista televisiva, que había irregularidades en el Renar y la Sedronar.
Posteriormente, Lanatta declaró ante la jueza María Servini de Cubría, quien investiga la importación de efedrina por más de 40 mil kilos entre 2004 y 2008.
Ante la jueza y el fiscal Juan Pedro Zoni, Lanatta ratificó que el jefe de Gabinete era quien se había quedado con el negocio de la efedrina.