El excampeón de
Turismo Carretera Eduardo "
Lalo" Ramos, secuestrado junto con un amigo la noche del martes en la localidad bonaerense de
Berazategui y liberado seis horas más tarde tras el pago de 35.000 dólares, aseguró ayer que al menos uno de los captores era "súper violento" y que le gatilló "siete veces la pistola en la cabeza".
Ramos (49) describió en la mañana de ayer en declaraciones a la prensa cómo él y su amigo, Fernando Villar, fueron golpeados y torturados con una picana eléctrica.
"(Fueron horas) interminables, recé ochocientas veces el rosario y cuatrocientas veces a San Expedito, no sabía qué hacer", dijo Ramos, quien agregó que la golpiza a la que lo sometió uno de los secuestradores "fue una cosa terrible: En un momento decís "que te pegue un tiro y listo'".
Ramos recordó que durante el cautiverio, uno de los captores que lo vigilaba "se durmió con una profundidad que fue la paz", porque dejó de amenazarlo y pegarle.
Sin embargo, minutos más tarde llegaron al lugar otros miembros de la banda, que estimó que serían seis y se manejaban en tres autos, para llevarlos hasta el lugar donde se haría el intercambio del dinero del rescate.
Ramos aseguró también que tanto él como su amigo tienen "un sentido de ubicación tremendo" y pese a que los tenían vendados, ambos alcanzaron a identificar una calle y otros datos sobre el lugar donde estaba la vivienda donde los mantuvieron cautivos. El pago del rescate se hizo a las 3.45 del miércoles y 10 minutos más tarde, Ramos y su amigo fueron liberados en la autopista Ricchieri.
El excampeón de
Turismo Carretera Eduardo "
Lalo" Ramos, secuestrado junto con un amigo la noche del martes en la localidad bonaerense de
Berazategui y liberado seis horas más tarde tras el pago de 35.000 dólares, aseguró ayer que al menos uno de los captores era "súper violento" y que le gatilló "siete veces la pistola en la cabeza".
Ramos (49) describió en la mañana de ayer en declaraciones a la prensa cómo él y su amigo, Fernando Villar, fueron golpeados y torturados con una picana eléctrica.
"(Fueron horas) interminables, recé ochocientas veces el rosario y cuatrocientas veces a San Expedito, no sabía qué hacer", dijo Ramos, quien agregó que la golpiza a la que lo sometió uno de los secuestradores "fue una cosa terrible: En un momento decís "que te pegue un tiro y listo'".
Ramos recordó que durante el cautiverio, uno de los captores que lo vigilaba "se durmió con una profundidad que fue la paz", porque dejó de amenazarlo y pegarle.
Sin embargo, minutos más tarde llegaron al lugar otros miembros de la banda, que estimó que serían seis y se manejaban en tres autos, para llevarlos hasta el lugar donde se haría el intercambio del dinero del rescate.
Ramos aseguró también que tanto él como su amigo tienen "un sentido de ubicación tremendo" y pese a que los tenían vendados, ambos alcanzaron a identificar una calle y otros datos sobre el lugar donde estaba la vivienda donde los mantuvieron cautivos. El pago del rescate se hizo a las 3.45 del miércoles y 10 minutos más tarde, Ramos y su amigo fueron liberados en la autopista Ricchieri.