Una serie de ataques callejeros en la periferia de la ciudad de Sao Paulo dejaron al menos 20 muertos y siete heridos durante la noche del jueves, informó la Secretaría de Seguridad de ese distrito del sudeste de Brasil.
El jefe de ese organismo, Alexandre de Moraes, dijo ayer en una rueda de prensa que las cifras son provisorias, ya que la investigación de los acontecimientos ocurridos en los municipios de Osasco, Barueri e Itapevi, aún está en marcha. "Lo que puedo decir con certeza es que es la mayor matanza de este año", señaló.
El funcionario dijo que los peritos analizan las cápsulas de bala encontradas en los diversos locales donde se cometieron los homicidios para intentar determinar si se trató de "un único grupo" que utilizó las mismas armas en todos los homicidios perpetrados.
Se creo una comisión especial para resolver el caso, integrada por 50 efectivos, que también investiga el tráfico de drogas.
Parte de la sangrienta secuencia fue captada por las cámaras de seguridad de un bar, donde se ve a un grupo de encapuchados irrumpir armados en el local y obligar a las personas que estaban en el recinto a levantar las manos antes de dispararles a quemarropa. Fotografías periodísticas tomadas en los lugares donde se produjeron las ejecuciones mostraban cuerpos tirados ensangrentados dentro de pequeños locales de comida, en las veredas y en las calles, mientras la Policía científica recogía pruebas.
Consultado más temprano sobre la posibilidad de que se trate de una venganza, Jorge Lapas, alcalde de Osasco -uno de los municipios donde ocurrieron los crímenes-, había dicho a la emisora Globo News: "Vimos los videos y refuerzan esa opinión. Queremos, a partir de las informaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, tomar las acciones necesarias para evitar una situación peor en los próximos días".
Por su parte, De Moraes dijo que esa era una de las varias líneas de investigación en curso.
"No descartamos ninguna hipótesis (...), incluso las posibles relaciones con dos robos, uno que ocurrió el viernes pasado donde un policía militar fue asesinado y otro donde murió un guardia civil metropolitano".
Las dos muertes de agentes de seguridad ocurrieron en Osasco y en Barueri, el mismo escenario.
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Una serie de ataques callejeros en la periferia de la ciudad de Sao Paulo dejaron al menos 20 muertos y siete heridos durante la noche del jueves, informó la Secretaría de Seguridad de ese distrito del sudeste de Brasil.
El jefe de ese organismo, Alexandre de Moraes, dijo ayer en una rueda de prensa que las cifras son provisorias, ya que la investigación de los acontecimientos ocurridos en los municipios de Osasco, Barueri e Itapevi, aún está en marcha. "Lo que puedo decir con certeza es que es la mayor matanza de este año", señaló.
El funcionario dijo que los peritos analizan las cápsulas de bala encontradas en los diversos locales donde se cometieron los homicidios para intentar determinar si se trató de "un único grupo" que utilizó las mismas armas en todos los homicidios perpetrados.
Se creo una comisión especial para resolver el caso, integrada por 50 efectivos, que también investiga el tráfico de drogas.
Parte de la sangrienta secuencia fue captada por las cámaras de seguridad de un bar, donde se ve a un grupo de encapuchados irrumpir armados en el local y obligar a las personas que estaban en el recinto a levantar las manos antes de dispararles a quemarropa. Fotografías periodísticas tomadas en los lugares donde se produjeron las ejecuciones mostraban cuerpos tirados ensangrentados dentro de pequeños locales de comida, en las veredas y en las calles, mientras la Policía científica recogía pruebas.
Consultado más temprano sobre la posibilidad de que se trate de una venganza, Jorge Lapas, alcalde de Osasco -uno de los municipios donde ocurrieron los crímenes-, había dicho a la emisora Globo News: "Vimos los videos y refuerzan esa opinión. Queremos, a partir de las informaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, tomar las acciones necesarias para evitar una situación peor en los próximos días".
Por su parte, De Moraes dijo que esa era una de las varias líneas de investigación en curso.
"No descartamos ninguna hipótesis (...), incluso las posibles relaciones con dos robos, uno que ocurrió el viernes pasado donde un policía militar fue asesinado y otro donde murió un guardia civil metropolitano".
Las dos muertes de agentes de seguridad ocurrieron en Osasco y en Barueri, el mismo escenario.