La espada del Libertador fue protagonista de un largo derrotero, hasta que finalmente el dictador Juan Carlos Onganía dispuso en 1967 que el arma quedara bajo custodia del Regimiento de Granaderos hasta que ayer, 48 años después, fue trasladado al Museo Histórico Nacional por resolución del gobierno.
Cerca de las 14, la mandataria fue recibida en este Museo ubicado en Parque Lezama por la directora de esta institución, Araceli Bellota y la ministra de Cultura, Teresa Parodi, para encabezar el acto que fue transmitido por cadena nacional.
Mientras la fanfarria de Granaderos interpretaba la marcha de San Lorenzo, Cristina tomó el sable corvo del Libertador de manos de un efectivo de ese regimiento y lo depositó detrás de una vitrina donde será exhibido a partir de ahora a todo el público que visite el museo.
Luego, la jefa de Estado observó los sables de próceres como Manuel Belgrano, Manuel Dorrego, Guillermo Brown y Juan Manuel de Rosas, que son exhibidos en la misma sala donde podrá admirarse esta espada que San Martín desenvainó a lo largo de la gesta libertadora que lo llevó por Argentina, Chile y Perú.
Varios funcionarios del gobierno y legisladores acompañaron a la jefa de Estado durante esta ceremonia en la que también participaron jóvenes y estudiantes.
Entre los funcionarios se destacó la presencia del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el Ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el titular de la cartera de Defensa, Agustín Rossi, entre otros.
También estuvieron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; el senador nacional Juan Manuel Abal Medina y el diputado Carlos Kunkel.
El cortejo que trasladó el sable corvo hacia el Museo Histórico Nacional se convirtió en una verdadera fiesta popular desde que partió del Regimiento de Granaderos acompañado por la guardia de esa unidad militar que fundó San Martín.
La espada del Libertador fue protagonista de un largo derrotero, hasta que finalmente el dictador Juan Carlos Onganía dispuso en 1967 que el arma quedara bajo custodia del Regimiento de Granaderos hasta que ayer, 48 años después, fue trasladado al Museo Histórico Nacional por resolución del gobierno.
Cerca de las 14, la mandataria fue recibida en este Museo ubicado en Parque Lezama por la directora de esta institución, Araceli Bellota y la ministra de Cultura, Teresa Parodi, para encabezar el acto que fue transmitido por cadena nacional.
Mientras la fanfarria de Granaderos interpretaba la marcha de San Lorenzo, Cristina tomó el sable corvo del Libertador de manos de un efectivo de ese regimiento y lo depositó detrás de una vitrina donde será exhibido a partir de ahora a todo el público que visite el museo.
Luego, la jefa de Estado observó los sables de próceres como Manuel Belgrano, Manuel Dorrego, Guillermo Brown y Juan Manuel de Rosas, que son exhibidos en la misma sala donde podrá admirarse esta espada que San Martín desenvainó a lo largo de la gesta libertadora que lo llevó por Argentina, Chile y Perú.
Varios funcionarios del gobierno y legisladores acompañaron a la jefa de Estado durante esta ceremonia en la que también participaron jóvenes y estudiantes.
Entre los funcionarios se destacó la presencia del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el Ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el titular de la cartera de Defensa, Agustín Rossi, entre otros.
También estuvieron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; el senador nacional Juan Manuel Abal Medina y el diputado Carlos Kunkel.
El cortejo que trasladó el sable corvo hacia el Museo Histórico Nacional se convirtió en una verdadera fiesta popular desde que partió del Regimiento de Granaderos acompañado por la guardia de esa unidad militar que fundó San Martín.