La octava edición de la Gran Carrera pasó por todos los climas y los pilotos dejaron la provincia con algarabía. Ayer vivieron un día único, todos coincidieron en las bellezas de la provincia y lo bien que los trató.
Por eso el Buenos Aires AutoSport aplica la frase "a Jujuy siempre se vuelve". Porque contamos con la geografía ideal para albergar estas competencias de carácter internacional. Fiel testigo de ello fueron las Salinas Grandes. Las "joyas" fueron exigidas al máximo para poder cumplir con las pruebas en los 3500 metros de altura sobre el nivel del mar. "No siempre repetimos escenarios, buscamos darle variedad e ir cambiando cada año", había manifestado Fernando Aranguren ante El Tribuno de Jujuy, sin embargo, uno de los organizadores de la prueba destacó "volvimos por pedido de los pilotos de Alemania e Italia, los europeos el año pasado quedaron fascinados con el salar y querían que hagamos otra prueba aquí" .
Una muestra más de lo imponente que es nuestra geografía ante los ojos de los turistas. Por que muchos de los que ayer pernoctaron en Purmamarca y Tilcara, regresaron de vacaciones con sus respectivas familias años antes. Tal cual lo reconoció Raúl Alberto Reami que a bordo de un Porsche como copiloto, siempre aprovecha para regresar. "Jujuy es un lugar muy lindo, tiene paisajes únicos, desde que lo conocí con la Gran Carrera, cuando pudimos venirnos a pasear con mi familia, lo hicimos".
Tras cumplir con las pruebas en Las Salinas, se realizó un lunch al tiempo que la Orquesta Infantojuvenil comenzó a desprender de sus respectivos instrumentos diferentes melodías.
Después se hizo una pausa para que Fernando Aranguren y Alejandro Gache, los organizadores de la Gran Carrera, le entreguen a los niños de la orquesta nuevos instrumentos. Cabe destacar que los mismos fueron comprados producto de lo recaudado en la edición pasada durante la subasta del cuadro del artista Jorge Ferreyra Basso. Fue un momento emocionante por la alegría y felicidad que mostraron los niños acompañados por su director.
Luego, las máquinas partieron rumbo a Termas de Reyes, allí los esperaron para almorzar. Después llegaron hasta El Carmen y en el Dique realizaron otra prueba de precisión. Por la ruta nacional 9, los pilotos junto a los autos en caravana partieron hasta la vecina provincia de Salta. La última prueba de la I etapa fue en la plaza 9 de Julio en pleno centro salteño. Otro año más de los autos clásicos por Jujuy con saldo positivo y un espectáculo diferente.
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La octava edición de la Gran Carrera pasó por todos los climas y los pilotos dejaron la provincia con algarabía. Ayer vivieron un día único, todos coincidieron en las bellezas de la provincia y lo bien que los trató.
Por eso el Buenos Aires AutoSport aplica la frase "a Jujuy siempre se vuelve". Porque contamos con la geografía ideal para albergar estas competencias de carácter internacional. Fiel testigo de ello fueron las Salinas Grandes. Las "joyas" fueron exigidas al máximo para poder cumplir con las pruebas en los 3500 metros de altura sobre el nivel del mar. "No siempre repetimos escenarios, buscamos darle variedad e ir cambiando cada año", había manifestado Fernando Aranguren ante El Tribuno de Jujuy, sin embargo, uno de los organizadores de la prueba destacó "volvimos por pedido de los pilotos de Alemania e Italia, los europeos el año pasado quedaron fascinados con el salar y querían que hagamos otra prueba aquí" .
Una muestra más de lo imponente que es nuestra geografía ante los ojos de los turistas. Por que muchos de los que ayer pernoctaron en Purmamarca y Tilcara, regresaron de vacaciones con sus respectivas familias años antes. Tal cual lo reconoció Raúl Alberto Reami que a bordo de un Porsche como copiloto, siempre aprovecha para regresar. "Jujuy es un lugar muy lindo, tiene paisajes únicos, desde que lo conocí con la Gran Carrera, cuando pudimos venirnos a pasear con mi familia, lo hicimos".
Tras cumplir con las pruebas en Las Salinas, se realizó un lunch al tiempo que la Orquesta Infantojuvenil comenzó a desprender de sus respectivos instrumentos diferentes melodías.
Después se hizo una pausa para que Fernando Aranguren y Alejandro Gache, los organizadores de la Gran Carrera, le entreguen a los niños de la orquesta nuevos instrumentos. Cabe destacar que los mismos fueron comprados producto de lo recaudado en la edición pasada durante la subasta del cuadro del artista Jorge Ferreyra Basso. Fue un momento emocionante por la alegría y felicidad que mostraron los niños acompañados por su director.
Luego, las máquinas partieron rumbo a Termas de Reyes, allí los esperaron para almorzar. Después llegaron hasta El Carmen y en el Dique realizaron otra prueba de precisión. Por la ruta nacional 9, los pilotos junto a los autos en caravana partieron hasta la vecina provincia de Salta. La última prueba de la I etapa fue en la plaza 9 de Julio en pleno centro salteño. Otro año más de los autos clásicos por Jujuy con saldo positivo y un espectáculo diferente.