La propia Justicia boicoteó a la Justicia

Con qué cara la Justicia jujeña puede mirar hoy a los familiares de Carola Elina Carretero. Con qué cara se le puede explicar a esa familia y a muchos jujeños que después de diez años de espera, cuatro de los cinco acusados de asesinar y encubrir el crimen de Carola, están libres por "errores" de la investigación y/o "instrucción" de los hechos.

Por lo menos así lo demuestra el fallo dispositivo emitido durante el mediodía de ayer por parte de los integrantes del Tribunal Criminal II, quienes en primer término no pudieron juzgar a Monje debido a que el fiscal de cámara no lo había podido acusar.

Ni qué hablar de los acusados Olivares, Castillo y Tapia, quienes se vieron beneficiados por los horrores de la "instrucción" del caso, desde la cual se permitió que se prescribiera la acción penal por la que estaban acusados.

Sólo debemos saber que los delitos por los que llegaron a juicio prescribieron durante el 2011, es decir hace cuatro años atrás.

Pero en honor a la verdad, también debemos decir que las investigaciones de este hecho tienen nombres y apellidos, tales como el extinto juez Oscar Máximo Aramayo, quien fue el primer magistrado en instruir la causa. A éste le sigue el juez "de causas" Francisco Javier Aróstegui, último usía en investigar los hechos, y la fiscal María Cravero de Savio, quien fue la única que estuvo desde el origen de los hechos frente a ese ministerio público.

Echar culpa de unos y otros no brindará la Justicia que la familia de Carretero busca desde hace más de 10 años.

¿Quién se hace cargo?

Aunque por sentido común, "alguien" debe hacerse cargo de este "mamarracho" investigativo y sobre todo por los diez años que el expediente del caso estuvo "durmiendo el sueño de los justos" o injustos, según como se lo quiera observar.

Porque este caso es uno más donde se puede observar que la propia "Justicia" boicoteó a la "Justicia" y dejó un sabor terrible a impunidad en el seno de una familia que sólo buscaba "Justicia".

Con qué cara la Justicia jujeña puede mirar hoy a los familiares de Carola Elina Carretero. Con qué cara se le puede explicar a esa familia y a muchos jujeños que después de diez años de espera, cuatro de los cinco acusados de asesinar y encubrir el crimen de Carola, están libres por "errores" de la investigación y/o "instrucción" de los hechos.

Por lo menos así lo demuestra el fallo dispositivo emitido durante el mediodía de ayer por parte de los integrantes del Tribunal Criminal II, quienes en primer término no pudieron juzgar a Monje debido a que el fiscal de cámara no lo había podido acusar.

Ni qué hablar de los acusados Olivares, Castillo y Tapia, quienes se vieron beneficiados por los horrores de la "instrucción" del caso, desde la cual se permitió que se prescribiera la acción penal por la que estaban acusados.

Sólo debemos saber que los delitos por los que llegaron a juicio prescribieron durante el 2011, es decir hace cuatro años atrás.

Pero en honor a la verdad, también debemos decir que las investigaciones de este hecho tienen nombres y apellidos, tales como el extinto juez Oscar Máximo Aramayo, quien fue el primer magistrado en instruir la causa. A éste le sigue el juez "de causas" Francisco Javier Aróstegui, último usía en investigar los hechos, y la fiscal María Cravero de Savio, quien fue la única que estuvo desde el origen de los hechos frente a ese ministerio público.

Echar culpa de unos y otros no brindará la Justicia que la familia de Carretero busca desde hace más de 10 años.

¿Quién se hace cargo?

Aunque por sentido común, "alguien" debe hacerse cargo de este "mamarracho" investigativo y sobre todo por los diez años que el expediente del caso estuvo "durmiendo el sueño de los justos" o injustos, según como se lo quiera observar.

Porque este caso es uno más donde se puede observar que la propia "Justicia" boicoteó a la "Justicia" y dejó un sabor terrible a impunidad en el seno de una familia que sólo buscaba "Justicia".