Al menos siete personas, entre ellos cuatro empleados de
Unicef, murieron ayer en
Somalia en un ataque con bomba contra un vehículo de ese organismo de
Naciones Unidas, atentado que se atribuyó el grupo radical islamista
Al Shabaab.
Según informó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el minibús del organismo fue destruido con una bomba que estaba oculta bajo el asiento del vehículo y que fue detonada a distancia.
El atentado ocurrió en Garowe, la capital de la región semiautónoma somalí de Puntlandia, cuando el vehículo de Unicef se disponía a ingresar a un complejo de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de
Naciones Unidas.
Autoridades somalíes dijeron que siete personas murieron en el ataque y ocho resultaron heridos. Entre las víctimas mortales se encontraban cuatro empleados de Unicef.
Las autoridades locales dijeron que los muertos fueron tres somalíes, dos kenianos, un ugandés y un afgano, mientras que los heridos fueron un estadounidense, un sierraleonés, un ugandés y un keniata.
El presidente somalí, Hassan Sheik Mohamud, condenó el atentado.
"Este ataque no sólo se dirige a las Naciones Unidas, sino que, con el ataque a Unicef, Al-Shabaab también ha atacado a los niños somalíes. Es un ataque contra el futuro de nuestro país y que condenamos en los términos más enérgicos posibles", dijo Mohamud en una declaración.
Al menos siete personas, entre ellos cuatro empleados de
Unicef, murieron ayer en
Somalia en un ataque con bomba contra un vehículo de ese organismo de
Naciones Unidas, atentado que se atribuyó el grupo radical islamista
Al Shabaab.
Según informó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el minibús del organismo fue destruido con una bomba que estaba oculta bajo el asiento del vehículo y que fue detonada a distancia.
El atentado ocurrió en Garowe, la capital de la región semiautónoma somalí de Puntlandia, cuando el vehículo de Unicef se disponía a ingresar a un complejo de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de
Naciones Unidas.
Autoridades somalíes dijeron que siete personas murieron en el ataque y ocho resultaron heridos. Entre las víctimas mortales se encontraban cuatro empleados de Unicef.
Las autoridades locales dijeron que los muertos fueron tres somalíes, dos kenianos, un ugandés y un afgano, mientras que los heridos fueron un estadounidense, un sierraleonés, un ugandés y un keniata.
El presidente somalí, Hassan Sheik Mohamud, condenó el atentado.
"Este ataque no sólo se dirige a las Naciones Unidas, sino que, con el ataque a Unicef, Al-Shabaab también ha atacado a los niños somalíes. Es un ataque contra el futuro de nuestro país y que condenamos en los términos más enérgicos posibles", dijo Mohamud en una declaración.