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Nos tildan de populistas a los que más incluimos

Domingo, 12 de abril de 2015 00:00
Cristina Fernández de Kirchner / La presidente en la Cumbre de las Américas. 
La presidente Cristina Fernández de Kirchner calificó ayer como "histórica" la VII Cumbre de las Américas por la participación de Cuba por primera vez, y exhortó a los presidentes de toda América a realizar "un debate sincero para solucionar los problemas" de la región.
Tras el primer discurso pronunciado por un presidente cubano ante una cumbre convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA), Cristina Kirchner celebró las palabras de Raúl Castro y remarcó: "Cuba no está sentado aquí de casualidad porque a un presidente se le ocurrió, sino porque luchó con una dignidad sin precedentes".
En un discurso de poco menos de 15 minutos, la jefa de Estado cambió el eje discursivo de la reunión plenaria al apuntar que aquellos inconvenientes sociales que preocupan a todos los mandatarios deben ser "abordados con sinceridad porque sin sinceridad, podemos abordar los problemas, podemos describirlos pero difícilmente podamos llegar a la raíz de por qué surgen".
La jefa de Estado destacó la ambigüedad que signó a la Cumbre de Panamá donde, por presión de los Estados Unidos y Canadá, no se logró un documento consensuado porque estos países se opusieron a que se declare la ampliación de la obligación del Estado respecto a los derechos sociales. Y agregó: "Quieren equidad con prosperidad, pero luego nos tildan de populistas a los gobiernos que más incluimos a nuestros compatriotas".
Cristina, quien fue aplaudida por su declaración sobre la lucha de Cuba, no dudó en hablarle directamente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien justamente se retiró al inicio del discurso de la mandataria argentina. De esta manera, cuestionó la relación de Estados Unidos con los países de Latinoamérica y resaltó: "Creo que la historia ayuda a comprender lo que pasa, lo que pasó, por qué pasó y fundamentalmente, a prevenir lo que puede llegar a pasar, porque la historia enseña". "No debemos dejar de valorar la decisión de Obama de iniciar el diálogo", aclaró la mandataria, pero cuestionó la declaración por parte del gobierno estadounidense sobre Venezuela como una "amenaza" para la seguridad de Estados Unidos a la que calificó de "ridícula".
En su tercera y última Cumbre de las Américas, la mandataria insistió en su reclamo por la cuestión de soberanía de las Islas Malvinas al hacer un paralelismo entre el decreto de Estados Unidos respecto a Venezuela y el aumento del presupuesto para la militarización en defensa de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña que justificó su medida "en una posible invasión Argentina".
"Nadie puede creer que el Reino Unido haya declarado también una amenaza a mi país. Resulta absurdo que un presupuesto de casi 60.000 millones de dólares, 2,3% del PBI del Reino Unido, está dedicado a defensa", aseveró la jefa de Estado.
En su último discurso ante la cumbre, Cristina propuso a sus pares que "aprendamos de la historia y defendamos nuestras ideas".

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La presidente Cristina Fernández de Kirchner calificó ayer como "histórica" la VII Cumbre de las Américas por la participación de Cuba por primera vez, y exhortó a los presidentes de toda América a realizar "un debate sincero para solucionar los problemas" de la región.
Tras el primer discurso pronunciado por un presidente cubano ante una cumbre convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA), Cristina Kirchner celebró las palabras de Raúl Castro y remarcó: "Cuba no está sentado aquí de casualidad porque a un presidente se le ocurrió, sino porque luchó con una dignidad sin precedentes".
En un discurso de poco menos de 15 minutos, la jefa de Estado cambió el eje discursivo de la reunión plenaria al apuntar que aquellos inconvenientes sociales que preocupan a todos los mandatarios deben ser "abordados con sinceridad porque sin sinceridad, podemos abordar los problemas, podemos describirlos pero difícilmente podamos llegar a la raíz de por qué surgen".
La jefa de Estado destacó la ambigüedad que signó a la Cumbre de Panamá donde, por presión de los Estados Unidos y Canadá, no se logró un documento consensuado porque estos países se opusieron a que se declare la ampliación de la obligación del Estado respecto a los derechos sociales. Y agregó: "Quieren equidad con prosperidad, pero luego nos tildan de populistas a los gobiernos que más incluimos a nuestros compatriotas".
Cristina, quien fue aplaudida por su declaración sobre la lucha de Cuba, no dudó en hablarle directamente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien justamente se retiró al inicio del discurso de la mandataria argentina. De esta manera, cuestionó la relación de Estados Unidos con los países de Latinoamérica y resaltó: "Creo que la historia ayuda a comprender lo que pasa, lo que pasó, por qué pasó y fundamentalmente, a prevenir lo que puede llegar a pasar, porque la historia enseña". "No debemos dejar de valorar la decisión de Obama de iniciar el diálogo", aclaró la mandataria, pero cuestionó la declaración por parte del gobierno estadounidense sobre Venezuela como una "amenaza" para la seguridad de Estados Unidos a la que calificó de "ridícula".
En su tercera y última Cumbre de las Américas, la mandataria insistió en su reclamo por la cuestión de soberanía de las Islas Malvinas al hacer un paralelismo entre el decreto de Estados Unidos respecto a Venezuela y el aumento del presupuesto para la militarización en defensa de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña que justificó su medida "en una posible invasión Argentina".
"Nadie puede creer que el Reino Unido haya declarado también una amenaza a mi país. Resulta absurdo que un presupuesto de casi 60.000 millones de dólares, 2,3% del PBI del Reino Unido, está dedicado a defensa", aseveró la jefa de Estado.
En su último discurso ante la cumbre, Cristina propuso a sus pares que "aprendamos de la historia y defendamos nuestras ideas".