La situación fiscal en 2015 implica que el déficit primario del sector público nacional pasó de 0,2 por ciento del Producto Bruto Interno en 2011 a un estimado de 3,6 por ciento del PIB en 2015 y habrá mayores necesidades financieras para el Estado.
Así lo estimó el estudio de la "Situación Fiscal en 2015 y primeras perspectivas para un 2016 con nuevo gobierno" de los economistas Marcelo Capello y Néstor Grión del Ieral perteneciente a la Fundación Mediterránea.
"A este deterioro se suma el peso creciente de intereses y vencimientos de capital, por lo que este año las necesidades financieras del Estado alcanzarán el equivalente a 7,3 puntos del PIB, el doble del guarismo de 2011", analizaron.
De esa forma, expresaron que "simultáneamente, el Gobierno se enfrenta a restricciones legales y al limitado nivel de las reservas para cubrir todos los compromisos con el aporte del Banco Central".
"Por ende, en 2015 se plantea la novedad de una masa muy importante de recursos, equivalente a 2,2 por ciento del PIB, que el sector público deberá obtener en el mercado, en pesos pero también en dólares (por la importancia del vencimiento del Boden 2015)", dijeron.
Los especialistas consideraron que quedará para el próximo Gobierno la racionalización de las cuentas públicas: "La partida de gasto que canaliza los subsidios a empresas (gas, electricidad, agua y transporte) alcanzó en el año 2014 el equivalente a 5,2 puntos del PIB", señalaron los economistas.
"En materia macroeconómica, durante lo que resta del año 2015 se espera que el Gobierno mantenga el comportamiento de política fiscal y monetaria llevado a cabo en los últimos años, y que se centre en evitar medidas que disparen adicionales caídas de salarios y consumo, o cualquier otro tipo de costo político", dijeron.
Evaluaron además que "difícilmente se avance en la solución de alguno de los importantes problemas macro y desequilibrios existentes".
"Inclusive, es probable que la política expansiva tome mayor impulso en los próximos meses antes de las elecciones, y que los salarios terminen cerrando hasta levemente por encima de la inflación, lo cual podría recuperar marginalmente el consumo privado", analizaron.
Finalmente, el informe evaluó que en un contexto deficitario y con graves dificultades para acceder al financiamiento privado, la asistencia del Bcra se ha vuelto cada vez más importante, operando en sus límites legales.
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La situación fiscal en 2015 implica que el déficit primario del sector público nacional pasó de 0,2 por ciento del Producto Bruto Interno en 2011 a un estimado de 3,6 por ciento del PIB en 2015 y habrá mayores necesidades financieras para el Estado.
Así lo estimó el estudio de la "Situación Fiscal en 2015 y primeras perspectivas para un 2016 con nuevo gobierno" de los economistas Marcelo Capello y Néstor Grión del Ieral perteneciente a la Fundación Mediterránea.
"A este deterioro se suma el peso creciente de intereses y vencimientos de capital, por lo que este año las necesidades financieras del Estado alcanzarán el equivalente a 7,3 puntos del PIB, el doble del guarismo de 2011", analizaron.
De esa forma, expresaron que "simultáneamente, el Gobierno se enfrenta a restricciones legales y al limitado nivel de las reservas para cubrir todos los compromisos con el aporte del Banco Central".
"Por ende, en 2015 se plantea la novedad de una masa muy importante de recursos, equivalente a 2,2 por ciento del PIB, que el sector público deberá obtener en el mercado, en pesos pero también en dólares (por la importancia del vencimiento del Boden 2015)", dijeron.
Los especialistas consideraron que quedará para el próximo Gobierno la racionalización de las cuentas públicas: "La partida de gasto que canaliza los subsidios a empresas (gas, electricidad, agua y transporte) alcanzó en el año 2014 el equivalente a 5,2 puntos del PIB", señalaron los economistas.
"En materia macroeconómica, durante lo que resta del año 2015 se espera que el Gobierno mantenga el comportamiento de política fiscal y monetaria llevado a cabo en los últimos años, y que se centre en evitar medidas que disparen adicionales caídas de salarios y consumo, o cualquier otro tipo de costo político", dijeron.
Evaluaron además que "difícilmente se avance en la solución de alguno de los importantes problemas macro y desequilibrios existentes".
"Inclusive, es probable que la política expansiva tome mayor impulso en los próximos meses antes de las elecciones, y que los salarios terminen cerrando hasta levemente por encima de la inflación, lo cual podría recuperar marginalmente el consumo privado", analizaron.
Finalmente, el informe evaluó que en un contexto deficitario y con graves dificultades para acceder al financiamiento privado, la asistencia del Bcra se ha vuelto cada vez más importante, operando en sus límites legales.