Real Madrid aplastó al Malmo por 8 a 0 y se quedó con el primer lugar del Grupo A. Ya clasificado a los octavos de final de la Champions League, el Merengue mostró todo su poderío en el estadio Santiago Bernabéu y sumó 3 puntos que le permitieron sacarle ventaja al PSG, que quedó en el segundo escalón con 13 unidades.
El equipo de Rafael Benítez se lució de la mano de Cristiano Ronaldo. El portugués convirtió cuatro goles y habilitó a Karim Benzema en el segundo gol del encuentro. El delantero francés también tuvo un alto nivel de efectividad en el encuentro. Marcó tres goles y fue una pesadilla para los delanteros del Malmo.
Kovacic fue el único que pudo quitarles a Ronaldo y Benzema el monopolio de goles. Convirtió el séptimo gol cuando el equipo visitante solo trataba de refugiarse en su arco para evitar una goleada mayor.
El conjunto español dividió los goles en partes iguales. En el primer tiempo convirtió cuatro y en el complemento marcó los últimos cuatro. Fue muy superior a un rival que no pudo atacar durante todo el partido y cometió una catarata de errores.
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Real Madrid aplastó al Malmo por 8 a 0 y se quedó con el primer lugar del Grupo A. Ya clasificado a los octavos de final de la Champions League, el Merengue mostró todo su poderío en el estadio Santiago Bernabéu y sumó 3 puntos que le permitieron sacarle ventaja al PSG, que quedó en el segundo escalón con 13 unidades.
El equipo de Rafael Benítez se lució de la mano de Cristiano Ronaldo. El portugués convirtió cuatro goles y habilitó a Karim Benzema en el segundo gol del encuentro. El delantero francés también tuvo un alto nivel de efectividad en el encuentro. Marcó tres goles y fue una pesadilla para los delanteros del Malmo.
Kovacic fue el único que pudo quitarles a Ronaldo y Benzema el monopolio de goles. Convirtió el séptimo gol cuando el equipo visitante solo trataba de refugiarse en su arco para evitar una goleada mayor.
El conjunto español dividió los goles en partes iguales. En el primer tiempo convirtió cuatro y en el complemento marcó los últimos cuatro. Fue muy superior a un rival que no pudo atacar durante todo el partido y cometió una catarata de errores.