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Histórica cumbre contra el calentamiento global

Martes, 01 de diciembre de 2015 01:30
COP21 / LOS JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO QUE PARTICIPAN DE LA CUMBRE SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN PARÍS, FRANCIA.
La cumbre sobre el clima COP21 se abrió ayer en París, Francia, en presencia de más de 150 jefes de Estado y de gobierno con un enérgico llamado a negociar un acuerdo global contra el cambio climático, capaz de preservar la vida de las generaciones futuras en el planeta.
"Nunca estuvo en juego algo tan importante en una reunión internacional", dijo el presidente francés François Hollande al abrir la conferencia, "porque se trata del futuro del planeta, del futuro de la vida".
La COP21 se desarrolla en el parque de exposiciones aeronáuticas de Le Bourget, en el norte de París, donde los organizadores montaron una pequeña "ciudad verde" de 18 hectáreas convertida en un búnker por las estrictas medidas de seguridad adoptadas tras los atentados yihadistas que dejaron 130 muertos en París el 13 de noviembre.
En ese contexto, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Barack Obama (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Dilma Rousseff (Brasil) y Rafael Correa (Ecuador), manifestaron en sus discursos un mensaje de unidad, a la vez a favor de la protección ambiental y contra el terrorismo.
"No opongo la lucha contra el terrorismo a la lucha contra el cambio climático", dijo Hollande. "Son dos desafíos que debemos asumir".
Los líderes guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los atentados y posaron para una foto colectiva antes de tomar la palabra individualmente en discursos limitados a tres minutos.
El motivo conductor fue la urgencia climática. "Tenemos el poder de cambiar el futuro aquí y ahora, pero sólo si nos ponemos a la altura del acontecimiento", advirtió Obama.
"Nunca una responsabilidad tan grande estuvo en manos de tan pocos", acotó Christiana Figueres, la principal responsable de la ONU sobre temas climáticos.
El evento estuvo precedido este fin de semana por movilizaciones en los cinco continentes, que reclamaron un acuerdo capaz de frenar el calentamiento global.
El domingo, 341 personas fueron detenidas durante una manifestación que no había sido autorizada por "seguridad" a raíz de los ataques terroristas y en la que resultaron heridos una docena de policías.
Limitar a 2ºC el calentamiento
La COP21, que reúne a 195 países hasta el 11 de diciembre, buscará limitar a un máximo de 2ºC el calentamiento del planeta con relación a la media de la era preindustrial en el siglo XIX.
Por encima de ese límite, la Tierra sufrirá consecuencias catastróficas que volverían inhabitable muchas regiones de un mundo superpoblado: ciclones, sequías, subida del nivel de los océanos, caída de rendimientos agrícolas, extinción de especies.
Según Hollande, la COP 21 deberá “definir una trayectoria creíble capaz de contener el calentamiento por debajo de los 2ºC, o incluso si es posible de 1,5ºC”, y establecer un mecanismo de evaluación regular.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que los eventos extremos que comenzó a generar el cambio climático ya se cobraron en las últimas dos décadas 600.000 vidas, una media de 30.000 al año, y dejaron más de 4.100 millones de damnificados.

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La cumbre sobre el clima COP21 se abrió ayer en París, Francia, en presencia de más de 150 jefes de Estado y de gobierno con un enérgico llamado a negociar un acuerdo global contra el cambio climático, capaz de preservar la vida de las generaciones futuras en el planeta.
"Nunca estuvo en juego algo tan importante en una reunión internacional", dijo el presidente francés François Hollande al abrir la conferencia, "porque se trata del futuro del planeta, del futuro de la vida".
La COP21 se desarrolla en el parque de exposiciones aeronáuticas de Le Bourget, en el norte de París, donde los organizadores montaron una pequeña "ciudad verde" de 18 hectáreas convertida en un búnker por las estrictas medidas de seguridad adoptadas tras los atentados yihadistas que dejaron 130 muertos en París el 13 de noviembre.
En ese contexto, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Barack Obama (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Dilma Rousseff (Brasil) y Rafael Correa (Ecuador), manifestaron en sus discursos un mensaje de unidad, a la vez a favor de la protección ambiental y contra el terrorismo.
"No opongo la lucha contra el terrorismo a la lucha contra el cambio climático", dijo Hollande. "Son dos desafíos que debemos asumir".
Los líderes guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los atentados y posaron para una foto colectiva antes de tomar la palabra individualmente en discursos limitados a tres minutos.
El motivo conductor fue la urgencia climática. "Tenemos el poder de cambiar el futuro aquí y ahora, pero sólo si nos ponemos a la altura del acontecimiento", advirtió Obama.
"Nunca una responsabilidad tan grande estuvo en manos de tan pocos", acotó Christiana Figueres, la principal responsable de la ONU sobre temas climáticos.
El evento estuvo precedido este fin de semana por movilizaciones en los cinco continentes, que reclamaron un acuerdo capaz de frenar el calentamiento global.
El domingo, 341 personas fueron detenidas durante una manifestación que no había sido autorizada por "seguridad" a raíz de los ataques terroristas y en la que resultaron heridos una docena de policías.
Limitar a 2ºC el calentamiento
La COP21, que reúne a 195 países hasta el 11 de diciembre, buscará limitar a un máximo de 2ºC el calentamiento del planeta con relación a la media de la era preindustrial en el siglo XIX.
Por encima de ese límite, la Tierra sufrirá consecuencias catastróficas que volverían inhabitable muchas regiones de un mundo superpoblado: ciclones, sequías, subida del nivel de los océanos, caída de rendimientos agrícolas, extinción de especies.
Según Hollande, la COP 21 deberá “definir una trayectoria creíble capaz de contener el calentamiento por debajo de los 2ºC, o incluso si es posible de 1,5ºC”, y establecer un mecanismo de evaluación regular.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que los eventos extremos que comenzó a generar el cambio climático ya se cobraron en las últimas dos décadas 600.000 vidas, una media de 30.000 al año, y dejaron más de 4.100 millones de damnificados.

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