La Santa Patrona de la provincia fue honrada ayer por el pueblo de Río Blanco en el último domingo de misas en su honor, luego de haberse recordado su fiesta en el mes de octubre. El rector del Santuario, Héctor Barrera, ofició la misa y bendijo a las familias presentes durante una celebración en la que el sacerdote llamó a valorar la "cotidianeidad de la vida".
Sin la multitud de los últimos domingos, los fieles honraron a la Virgen en un ambiente de serenidad en el templete superior.
Temprano se rezó el rosario, tuvo lugar la primera misa y la imagen de la patrona de la provincia recorrió las calles del pueblo y el monasterio de las Carmelitas Descalzas en procesión.
En este marco el padre Barrera destacó que "lo grande siempre se hace pequeño", en alusión a la cantidad de fieles presentes, y frente a tal número de creyentes indicó que era una oportunidad excelente para reflexionar sobre "valorar la cotidianeidad" de la vida en familia.
Posiblemente el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, en el Santuario se presente el Año de la Misericordia.
:En la homilía el sacerdote recordó a los fieles que el mundo necesita de la verdad y que a Dios nunca se le debe preguntar el "por qué" de las adversidades que se presentan, sino que se le debe cuestionar el "para qué" de tales situaciones, esperando confiados la respuesta de Cristo, que siempre tiene un mensaje especial para cada uno.
A un lado de la Virgen, que por última vez en el año dejó su camarín para acompañar la misa, el presbítero Héctor Barrera indicó que "María está en medio del pueblo santo de Dios, y hay que imitarla en las virtudes porque es la mujer llena del espíritu de la santidad y no de la mundanidad".
El padre además agregó que la Iglesia necesita de fieles "resucitados y sembradores de paz y armonía", y no de aquellos que ponen excusas a Dios. "El que tiene paz en el corazón, tiene a Dios", enfatizó el rector del Santuario de Río Blanco.
Finalizada la homilía, el padre rompió el protocolo de las tradicionales misas y llamó a todas las familias presentes a formar círculos frente al altar, y tomados de la mano, los grupos reflexionaron en unidad sobre el perdón, mientras él los bendijo en grupo, generando un clima de total armonía y emoción.
Luego de el acto de fe, se concluyó la misa, pero el padre adelantó que quizás no sea la última oportunidad en la que el Santuario sea receptor de numerosos fieles, sino que existe la posibilidad de que el próximo 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, se presente el Año de la Misericordia en el lugar para vivir este importante acontecimiento religioso.
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La Santa Patrona de la provincia fue honrada ayer por el pueblo de Río Blanco en el último domingo de misas en su honor, luego de haberse recordado su fiesta en el mes de octubre. El rector del Santuario, Héctor Barrera, ofició la misa y bendijo a las familias presentes durante una celebración en la que el sacerdote llamó a valorar la "cotidianeidad de la vida".
Sin la multitud de los últimos domingos, los fieles honraron a la Virgen en un ambiente de serenidad en el templete superior.
Temprano se rezó el rosario, tuvo lugar la primera misa y la imagen de la patrona de la provincia recorrió las calles del pueblo y el monasterio de las Carmelitas Descalzas en procesión.
En este marco el padre Barrera destacó que "lo grande siempre se hace pequeño", en alusión a la cantidad de fieles presentes, y frente a tal número de creyentes indicó que era una oportunidad excelente para reflexionar sobre "valorar la cotidianeidad" de la vida en familia.
Posiblemente el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, en el Santuario se presente el Año de la Misericordia.
:En la homilía el sacerdote recordó a los fieles que el mundo necesita de la verdad y que a Dios nunca se le debe preguntar el "por qué" de las adversidades que se presentan, sino que se le debe cuestionar el "para qué" de tales situaciones, esperando confiados la respuesta de Cristo, que siempre tiene un mensaje especial para cada uno.
A un lado de la Virgen, que por última vez en el año dejó su camarín para acompañar la misa, el presbítero Héctor Barrera indicó que "María está en medio del pueblo santo de Dios, y hay que imitarla en las virtudes porque es la mujer llena del espíritu de la santidad y no de la mundanidad".
El padre además agregó que la Iglesia necesita de fieles "resucitados y sembradores de paz y armonía", y no de aquellos que ponen excusas a Dios. "El que tiene paz en el corazón, tiene a Dios", enfatizó el rector del Santuario de Río Blanco.
Finalizada la homilía, el padre rompió el protocolo de las tradicionales misas y llamó a todas las familias presentes a formar círculos frente al altar, y tomados de la mano, los grupos reflexionaron en unidad sobre el perdón, mientras él los bendijo en grupo, generando un clima de total armonía y emoción.
Luego de el acto de fe, se concluyó la misa, pero el padre adelantó que quizás no sea la última oportunidad en la que el Santuario sea receptor de numerosos fieles, sino que existe la posibilidad de que el próximo 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, se presente el Año de la Misericordia en el lugar para vivir este importante acontecimiento religioso.