Casi 50 niños con discapacidad utilizan la terapia física, psicológica y emocional que proporciona la utilización de
caballos en la rehabilitación y el mejoramiento de su calidad de vida en el
Hípico San Isidro, una práctica ancestral reconocida ahora por la mayoría de las obras sociales.
Los beneficios terapéuticos del caballo fueron mencionados por Hipócrates (padre de la medicina) en el año 460 A.C.
"El caballo es mágico, es un animal que se impone y al mismo tiempo es dócil y se entrega cuando lo monta un niño. Más allá de todo lo que aporta a nivel terapéutico, el contacto con un animal tan grande que responde a las órdenes, brinda autonomía a los chicos, estimula la parte sensorial, de contacto, en un entorno rodeado de naturaleza", resume Celeste Álvarez, instructora de equinoterapia del centro ubicado en el conurbano bonaerense.
"Respetamos los tiempos de cada chico. A veces, se quedan en la rampa y tardan algunas clases en subirse al caballo, otros lo hacen la primera vez. Cada uno es distinto", aclara la profesora de 35 años.
Una de las trabas de este tipo de terapia era el costo económico, pero ahora "las
obras sociales la reconocen, gracias a la lucha de muchas familias. Se trata de familias que pagan muchas terapias. El costo de vida de quien tiene un nene con discapacidad es alto", resalta la profesional.
Olive Sands puso sus equinos a disposición del Hospital de Oxford para tratar a los pacientes que sobrevivieron a la II Guerra Mundial.
"La equinoterapia brinda la posibilidad de vivir una vida diferente y hacer florecer en su interior, la alegría y las ganas de vivir. Los padres y familiares de los pacientes adquieren un sentido de confianza que les permite apoyar los chicos en su camino hacia la autodependencia", dijo.
Casi 50 niños con discapacidad utilizan la terapia física, psicológica y emocional que proporciona la utilización de
caballos en la rehabilitación y el mejoramiento de su calidad de vida en el
Hípico San Isidro, una práctica ancestral reconocida ahora por la mayoría de las obras sociales.
Los beneficios terapéuticos del caballo fueron mencionados por Hipócrates (padre de la medicina) en el año 460 A.C.
"El caballo es mágico, es un animal que se impone y al mismo tiempo es dócil y se entrega cuando lo monta un niño. Más allá de todo lo que aporta a nivel terapéutico, el contacto con un animal tan grande que responde a las órdenes, brinda autonomía a los chicos, estimula la parte sensorial, de contacto, en un entorno rodeado de naturaleza", resume Celeste Álvarez, instructora de equinoterapia del centro ubicado en el conurbano bonaerense.
"Respetamos los tiempos de cada chico. A veces, se quedan en la rampa y tardan algunas clases en subirse al caballo, otros lo hacen la primera vez. Cada uno es distinto", aclara la profesora de 35 años.
Una de las trabas de este tipo de terapia era el costo económico, pero ahora "las
obras sociales la reconocen, gracias a la lucha de muchas familias. Se trata de familias que pagan muchas terapias. El costo de vida de quien tiene un nene con discapacidad es alto", resalta la profesional.
Olive Sands puso sus equinos a disposición del Hospital de Oxford para tratar a los pacientes que sobrevivieron a la II Guerra Mundial.
"La equinoterapia brinda la posibilidad de vivir una vida diferente y hacer florecer en su interior, la alegría y las ganas de vivir. Los padres y familiares de los pacientes adquieren un sentido de confianza que les permite apoyar los chicos en su camino hacia la autodependencia", dijo.