Cientos de personas empezaron ayer a formar una cadena humana en
París, pese a la prohibición de manifestarse a causa de los recientes atentados para denunciar el "estado de emergencia climático", la víspera de una
Cumbre sobre el
clima.
Los manifestantes se tomaron de la mano a lo largo del bulevar Voltaire, en el este de París, pero rompieron la cadena y dejaron un espacio de unos cien metros delante de la sala de concierto Bataclan, donde uno de los atentados yihadistas del 13 de noviembre dejó 90 muertos.
"Tenemos que presionar a los dirigentes. Estamos muy decepcionados por la anulación de la manifestación, pero ésta es una buena alternativa de movilización", afirmaba Aude, de 29 años, investigadora de ciencias naturales.
Varios manifestantes llevaban pancartas que proclamaban: "Ellos son grandes sólo si nosotros estamos de rodillas" o "¡Ellos explotan, contaminan y se aprovechan! La emergencia es social y climática".
En el transcurso del día, la manifestación se tornó violenta, al grito de "No nos quitarán el derecho a manifestar", cientos de personas se enfrentaron a la Policía en la plaza de la República.
"No tengo miedo a morir por mis ideales", rezaba el cartel de Tristi, una manifestante de 29 años que acudió a protestar.
Cientos de personas empezaron ayer a formar una cadena humana en
París, pese a la prohibición de manifestarse a causa de los recientes atentados para denunciar el "estado de emergencia climático", la víspera de una
Cumbre sobre el
clima.
Los manifestantes se tomaron de la mano a lo largo del bulevar Voltaire, en el este de París, pero rompieron la cadena y dejaron un espacio de unos cien metros delante de la sala de concierto Bataclan, donde uno de los atentados yihadistas del 13 de noviembre dejó 90 muertos.
"Tenemos que presionar a los dirigentes. Estamos muy decepcionados por la anulación de la manifestación, pero ésta es una buena alternativa de movilización", afirmaba Aude, de 29 años, investigadora de ciencias naturales.
Varios manifestantes llevaban pancartas que proclamaban: "Ellos son grandes sólo si nosotros estamos de rodillas" o "¡Ellos explotan, contaminan y se aprovechan! La emergencia es social y climática".
En el transcurso del día, la manifestación se tornó violenta, al grito de "No nos quitarán el derecho a manifestar", cientos de personas se enfrentaron a la Policía en la plaza de la República.
"No tengo miedo a morir por mis ideales", rezaba el cartel de Tristi, una manifestante de 29 años que acudió a protestar.