Un perro pasó un año escondido entre los cimientos de la casa de su dueño a la espera de que volviera a buscarlo, pero el hombre no lo había dejado, sino que había fallecido y su familia había vendido la propiedad y abandonado al animalito a su suerte.
Woody, un caniche macho adulto, se refugió durante un año bajo la casa de su dueño en la zona de Los Ángeles, donde lo encontraron Eldad Hagar y Lisa Chiarelli, los rescatistas de la organización "Hope for Paws". Lejos de ser agresivo, el perro se acordaba de cómo era interactuar con humanos, pero estaba muy débil por haber vivido a la intemperie.
Además de estar ciego de un ojo, el perro presentaba signos de desnutrición y tenía su pelaje tan enmarañado que era peligroso para su salud. Los vecinos le daban agua y comida de manera regular, pero no era lo mismo que tener un hogar.
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Un perro pasó un año escondido entre los cimientos de la casa de su dueño a la espera de que volviera a buscarlo, pero el hombre no lo había dejado, sino que había fallecido y su familia había vendido la propiedad y abandonado al animalito a su suerte.
Woody, un caniche macho adulto, se refugió durante un año bajo la casa de su dueño en la zona de Los Ángeles, donde lo encontraron Eldad Hagar y Lisa Chiarelli, los rescatistas de la organización "Hope for Paws". Lejos de ser agresivo, el perro se acordaba de cómo era interactuar con humanos, pero estaba muy débil por haber vivido a la intemperie.
Además de estar ciego de un ojo, el perro presentaba signos de desnutrición y tenía su pelaje tan enmarañado que era peligroso para su salud. Los vecinos le daban agua y comida de manera regular, pero no era lo mismo que tener un hogar.