La sala del vicerrectorado de la Universidad Nacional de Jujuy, que en su momento fue la oficina personal de Salvador Mazza, lleva ahora el nombre del médico argentino que dedicó su vida al estudio de las enfermedades propias de la región.
Salvador Mazza, nacido en 1886 en Buenos Aires, organizó la primera Sociedad Científica de Jujuy, entidad dedicada al estudio de las enfermedades propias de la región que pronto tendría filiales en la mayoría de las provincias del Norte, Oeste y Este del país y, con este impulso y la ayuda de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires fundó, en 1928, la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (Mepra). Esta fue la mayor institución que se ocupó de estudiar las endemias de la Argentina, de la que Mazza fue su primer director, y realizó sus investigaciones en la sede que ocupaba el mismo predio donde funciona actualmente el rectorado de la Unju.
La Mepra organizó un itinerario por el interior del país y se ocupó de enrolar médicos y científicos de los cuatro puntos cardinales. Contaba con un equipo multidisciplinario que trabajó sobre todas las patologías regionales, humanas y animales, realizando múltiples actividades terapéuticas, de investigación y docencia. El doctor Mazza dedicó gran parte de su vida al combate del mal de Chagas, en un laboratorio y consultorio que él mismo diseñó instalado en un vagón de ferrocarril con el que llegó hasta Brasil, Bolivia y Chile, y resaltó que el principal factor de expansión de la enfermedad eran las condiciones económicas, educativas e higiénicas de la población.
En un sencillo acto de reconocimiento a su labor profesional en la provincia, la Unju impuso el nombre del médico e investigador a la que fuera su oficina personal, hoy sala del vicerrectorado de la institución, ubicada en avenida Bolivia 1239. En la misma se pueden apreciar, entre otras reliquias históricas, fotografías tomadas por el propio Mazza, quien registró minuciosamente el desarrollo de todas sus investigaciones.
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La sala del vicerrectorado de la Universidad Nacional de Jujuy, que en su momento fue la oficina personal de Salvador Mazza, lleva ahora el nombre del médico argentino que dedicó su vida al estudio de las enfermedades propias de la región.
Salvador Mazza, nacido en 1886 en Buenos Aires, organizó la primera Sociedad Científica de Jujuy, entidad dedicada al estudio de las enfermedades propias de la región que pronto tendría filiales en la mayoría de las provincias del Norte, Oeste y Este del país y, con este impulso y la ayuda de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires fundó, en 1928, la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (Mepra). Esta fue la mayor institución que se ocupó de estudiar las endemias de la Argentina, de la que Mazza fue su primer director, y realizó sus investigaciones en la sede que ocupaba el mismo predio donde funciona actualmente el rectorado de la Unju.
La Mepra organizó un itinerario por el interior del país y se ocupó de enrolar médicos y científicos de los cuatro puntos cardinales. Contaba con un equipo multidisciplinario que trabajó sobre todas las patologías regionales, humanas y animales, realizando múltiples actividades terapéuticas, de investigación y docencia. El doctor Mazza dedicó gran parte de su vida al combate del mal de Chagas, en un laboratorio y consultorio que él mismo diseñó instalado en un vagón de ferrocarril con el que llegó hasta Brasil, Bolivia y Chile, y resaltó que el principal factor de expansión de la enfermedad eran las condiciones económicas, educativas e higiénicas de la población.
En un sencillo acto de reconocimiento a su labor profesional en la provincia, la Unju impuso el nombre del médico e investigador a la que fuera su oficina personal, hoy sala del vicerrectorado de la institución, ubicada en avenida Bolivia 1239. En la misma se pueden apreciar, entre otras reliquias históricas, fotografías tomadas por el propio Mazza, quien registró minuciosamente el desarrollo de todas sus investigaciones.