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El amor sólido es la nueva rebelión juvenil

Sabado, 04 de mayo de 2013 10:34

 Por Lic. Raquel Flores de Andrés

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 Por Lic. Raquel Flores de Andrés

Lo ubico en el evento: Teatro del Huerto, martes, nueve y media de la noche. Butacas ocupadas por muchos jóvenes. Primera sorpresa: ver tantos jóvenes convocados por un tema que parecía no despertar demasiado interés.

Una puesta en escena sencilla: mesa vestida y dos jóvenes sentados, prestos a iniciar su conferencia. Uno de ellos, Jaime, es profesor. Tiene veinticinco años. Lo acompaña María, estudiante de cine, de veintidós años. Luego de una introducción sobre el por qué del grupo que integran, lanzan la primera pregunta: ¿dónde estamos parados? “Los jóvenes buscamos una salida, pero hacia un lugar nuevo”.

La búsqueda de la libertad

No están para achacar males a la sociedad, ni a la cultura. Son conscientes de la falta de valores, de la invitación a lo superficial que reina en el ambiente. Tienen un claro diagnóstico de las influencias negativas del entorno, pero prefieren tomar los recursos que actualmente brinda la sociedad: la autenticidad y la proclamada libertad.
Muestran un extracto de la película “Alfie”, un joven que lo tiene todo: dinero, éxito en el trabajo y con cuanta mujer aparece en su historia. En el ruido y la vorágine, Alfie parece ser un ganador. No tiene tiempo para hacerse preguntas que puedan interpelar su comodidad. Lo mejor para él es que no depende de nadie; se siente libre como un pájaro.

De repente, se queda solo, y en un monólogo, reconoce que tiene grietas en su interior: “si no tengo paz, no tengo nada”.

Aquí se hace una pausa y los jóvenes comienzan a definir su proyecto. Me llevo la segunda sorpresa. Se proponen caminar hacia un amor libre y auténtico. Lleno de sentido. Sin grietas. Sus propias vivencias sin sentido los han dejado vacíos. Le dicen no al vacío.

Apuestan al amor sólido. No quieren relaciones líquidas, porque no los hacen felices.
Su enfoque es personalista: vos valés. El centro sos vos.

Están dispuestos -no son ingenuos - a asumir renuncias. Quieren vivir la libertad como una herramienta para elegir bien.

Notan que la infelicidad viene de la mano del consumismo: la relación que no tiene en cuenta a la persona; se asemeja al intercambio comercial. Te uso, te descarto. Se vuelve así, cada vez mayor la necesidad de usar al otro. El problema surge cuando se quiere tener una relación de amor con alguien que se cosifica. Para ellos, es imposible.

Se reconocen personas; explican que se distinguen de los animales porque tienen inteligencia y voluntad. Identifican al amor sexuado como una modalidad del amor.

¿Por qué les atrae el modo del amor personal?: porque- sostienen- tiende a crear nuevos vínculos, relaciones, vidas. Piensan que la sexualidad atraviesa toda la persona y que en las relaciones ocasionales se da una intimidad física, sin que tome parte la dimensión espiritual y afectiva. Al contrario, éstas se reprimen. Creen que es una vivencia limitada, que deja su huella negativa, porque la persona sólo muestra una parte de lo que es.

¿Cuál es el eje del amor sólido? La dignidad inviolable de toda persona, por el sólo hecho de ser tal. Se cuestionan: ¿existe alguien que no merezca amor? ¿Es aceptable consumir el cuerpo del otro?
Los jóvenes del Grupo Sólido y su lema “la rebelión del amor sólido” tienen convicciones e intentan ser fieles a ellas. Se proponen una meta alta, relacionada con la construcción de una mejor Nación: formar hoy vínculos sólidos para tener mañana, una familia sólida. Gratas sorpresas. Confirmo lo que el profesor Cristián Conen, especialista en ecología familiar, repite hasta el cansancio: los jóvenes buscan lo auténtico y lo natural.

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