Al menos 24 personas que querían llegar a Europa murieron en el naufragio de su embarcación en el norte de Senegal, informó el gobernador de la región de Saint-Louis.
Según Alioune Badara Samb, desde que se hundió el barco el miércoles se han recuperado 24 cuerpos, aunque no se conoce el número de desaparecidos.
Según varios testimonios, había entre 200 y 300 personas en la embarcación, aunque el gobernador instó a la cautela frente a estas cifras.
El barco se hundió a unos cientos de metros de la orilla en una zona fangosa y varios de los sobrevivientes se dispersaron entre la multitud en la orilla, lo que complica conocer su número, indicó el gobernador, citó la agencia de noticias AFP.
La costa puede ser particularmente peligrosa debido a los flujos marinos y a la naturaleza del fondo. Se ha instalado un dispositivo de vigilancia en la costa, dijo el gobernador.
Senegal vive desde hace años una avalancha de salidas de embarcaciones que intentan llegar a las Islas Canarias, un archipiélago español y puerta de entrada a Europa, a través de una ruta marítima particularmente peligrosa que pasa frente a la costa occidental de África.
Miles de senegaleses que huyen de la pobreza o el desempleo se embarcan clandestinamente a cambio de dinero en piraguas de madera que pueden transportar decenas de pasajeros.
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Al menos 24 personas que querían llegar a Europa murieron en el naufragio de su embarcación en el norte de Senegal, informó el gobernador de la región de Saint-Louis.
Según Alioune Badara Samb, desde que se hundió el barco el miércoles se han recuperado 24 cuerpos, aunque no se conoce el número de desaparecidos.
Según varios testimonios, había entre 200 y 300 personas en la embarcación, aunque el gobernador instó a la cautela frente a estas cifras.
El barco se hundió a unos cientos de metros de la orilla en una zona fangosa y varios de los sobrevivientes se dispersaron entre la multitud en la orilla, lo que complica conocer su número, indicó el gobernador, citó la agencia de noticias AFP.
La costa puede ser particularmente peligrosa debido a los flujos marinos y a la naturaleza del fondo. Se ha instalado un dispositivo de vigilancia en la costa, dijo el gobernador.
Senegal vive desde hace años una avalancha de salidas de embarcaciones que intentan llegar a las Islas Canarias, un archipiélago español y puerta de entrada a Europa, a través de una ruta marítima particularmente peligrosa que pasa frente a la costa occidental de África.
Miles de senegaleses que huyen de la pobreza o el desempleo se embarcan clandestinamente a cambio de dinero en piraguas de madera que pueden transportar decenas de pasajeros.