El fuerte impacto de la inflación y la consecuente pérdida de la capacidad de compra de los jujeños repercutió considerablemente en el nivel de ventas de comercios y pequeñas empresas de Jujuy.
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El fuerte impacto de la inflación y la consecuente pérdida de la capacidad de compra de los jujeños repercutió considerablemente en el nivel de ventas de comercios y pequeñas empresas de Jujuy.
Durante el mes de enero, el país registró una preocupante caída en las ventas del 28,5%, así lo reportó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) en su último informe.
Respecto a la situación local, Luis Alonso, presidente de la Unión de Empresarios de Jujuy y referente de Jujuy en Came, en diálogo con El Tribuno de Jujuy, indicó que "en Jujuy la caída fue de aproximadamente un punto más que la cifra nacional (29,5%) dado que dependemos del poder adquisitivo del usuario, que es lo que decayó mucho en nuestra provincia".
Y advirtió que más allá del número en sí, "si al nivel de inflación que tenemos que fue del 20,6% le sumamos la problemática que tenemos en Jujuy que es la estacionalidad (que enero y febrero son meses ya de por sí de ventas bajas), hace que esto se convierta en una problemática compleja".
En este sentido, y como parte del complicado contexto, expresó su preocupación ante el hecho que las paritarias del sector público, que son una gran parte de los asalariados de la provincia, están retrasadas respecto a la inflación, situación que profundiza la caída del poder adquisitivo y por consiguiente también de las ventas.
Comentó, además, que otra problemática por la que atraviesa el sector es el continuo aumento en las listas de precios de sus insumos, una situación muy delicada de sobrellevar. "Si vos aumentas los precios al ritmo de los costos de tus insumos, se corre el riesgo de quedar fuera del mercado y perder ventas. Por eso lo que hacen muchas pymes es tratar de retasar los aumentos de manera que generen pérdida de rentabilidad, pero al menos permita hacer frente a las obligaciones prioritarias como los salarios de los trabajadores, impuestos y todo lo concerniente a la continuidad del funcionamiento de la estructura", explicó.
En esta línea y como empresario jujeño destacó la importancia de, en estos tiempos tan difíciles, lograr mantener la estructura y mantenerse lejos de posibles cierres. Situación que se hace cada vez más difícil ante el crecimiento de la competencia desleal.
"La informalidad que hace a la competencia desleal pone en riesgo la estructura al punto de generar posibilidades de tener que cerrar. Por eso, tanto a nivel municipal como provincial nosotros siempre estamos queriendo dar el debate de hasta cuándo el Gobierno va a seguir soportando la informalidad", destacó.
Consultado sobre si en la actualidad se están registrando cierres de comercios dada la inestabilidad económica, indicó que desde su punto de vista a la fecha "no hay una tendencia firme de cierre de comercios", pero advirtió que de mantenerse estos niveles de inflación y de caída de ventas, con el paso del tiempo "habrá que ver cuántas pymes podrán seguir sosteniéndose en pie".
Respecto a la informalidad el empresario explicó que el pedido de su sector no es dejar afuera al informal, sino que "se formalicen pagando impuestos, de manera que seamos más los que paguemos menos y no pocos los que pagamos mucho". Al respecto, destacó que este tipo de debate lo debe dar el Gobierno ya es él quien debe ofrecer las condiciones para que esto suceda, como financiamiento, entre otros beneficios.
Aumento en energía
Y haciendo una proyección a corto plazo, el referente de Came expresó también su preocupación ante el incremento de las tarifas tras la quita de subsidios a la energía y el gas.
"En una reunión con directivos de Came analizamos el tema del aumento de la tarifa eléctrica que consta de tres patas: generación, transporte, y distribución. Y la generación va a producir aumentos al sector pyme de un 410%, y a los residenciales de alrededor del 120%. Lo que implicará un fuerte aumento".
Por último, consideró que el sector del comercio necesita una baja de la inflación, lo que permitirá otorgarle al sector pyme previsibilidad para planificar y poder mantener activa la estructura y por consiguiente los negocios abiertos. Y que mantienen todas las expectativas puestas en el movimiento que genera el inicio de clases, especialmente los rubros afines a la actividad.
Caída del consumo a nivel nacional
La Argentina está en recesión con una inflación del 20,6% mensual, según el Indec. La pérdida del poder adquisitivo de la mayoría de la población impacta sobre los niveles de consumo masivo, con bajas superiores al 10% en las ventas de los supermercados. Según la consultora Scentia, la baja en los centros de venta se consolida a medida que avanza febrero, por el fuerte sacudón que la disparada de precios provocó en los ingresos de sectores medios, los que suelen mover el consumo masivo. El poder adquisitivo perdió entre un 50% y un 80% de acuerdo con el sector medio que se trate y cuál sea su canasta de consumo.
La Came (cámara de las pequeñas empresas y comercios) informó que el nivel de las ventas de esos negocios cayó 28,5% durante el mes de enero. La baja del consumo se da en el marco de una inflación persistente, y en ascenso, tras el shock inflacionario de diciembre 25,5% y enero 20,6%, de acuerdo a las últimas estimaciones de las consultoras económicas. En su último informe a los clientes, la consultora 1816 recopiló una serie de datos sobre la economía real. Todos en rojo, negativos, en relación al comienzo del año 2023.
La nómina incluye desde ventas de autos y motos, despachos de cemento, ventas de insumos para la construcción, ventas minoristas y la recaudación de impuesto al cheque: todo cae entre 15% y 30% interanual, resume el reporte. El informe de 1816 destaca que las ventas de alimentos en los pequeños comercios cayeron 37,1% interanual en el mes de enero. En este caso -a diferencia de Scentia- la medición no es en volumen de productos en venta sino respecto de la facturación de los negocios deflactados por el índice de precios. “Algo no visto ni siquiera durante la pandemia”, afirma la consultora para dar cuenta de la gravedad del momento. El mismo informe da cuenta de la fuerte caída en el poder de compra de los asalariados, clave para explicar la súbita tendencia negativa.