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3 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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“Siempre me fascinó la improvisación en la música y sobre todo en la guitarra eléctrica”

El músico jujeño presenta su disco “Atardecer” que ya está disponible en plataformas digitales. Se trata de una propuesta de música instrumental, con un concepto muy definido. El artista integró varias formaciones de distintos estilos, es autodidacta y cuenta que siempre se volcó más por la parte sonora que por la parte lingüística de las composiciones.
Martes, 23 de abril de 2024 01:01
NICO SZYMANSKY

¿Cuándo comienza tu pasión por la música?

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¿Cuándo comienza tu pasión por la música?

Mi pasión por la música empezó cuando tenía 6 años, cuando vivía con mi familia en el barrio Malvinas. Los vecinos del frente eran mayores y se juntaban a escuchar "Roxette", y yo los observaba siempre desde la ventana de mi casa.

Fue así como le pedí a mi papá que me consiguiera un cassette de esa banda, y él lo compró en las galerías de la vieja terminal. Era un cassette con los grandes éxitos de Roxette. Años más tarde, cuando tenía 10 años, fue mi "tiastro" (hermano de mi padrastro) que también era 5 años mayor que yo, quien me inculcó la pasión por el rock, y juntos empezamos a escuchar desde los Beatles y Nirvana, hasta Illya Kuryaki y los Redondos, y a partir de ahí empezó mi pasión por escuchar música, mayormente del género rock.

¿Cuál fue tu recorrido en este sentido? ¿En qué formaciones musicales estuviste?

A los 11 años le pedí prestada la guitarra criolla a mi tía y empecé a asistir a los talleres de música folclórica del Colegio Pablo Pizzurno, donde asistí los años 1998 y 1999. Nunca estudié música formalmente, lo poco que logré aprender fue de oído, compartiendo con los amigos y sacando los temas con ayuda a veces de los cancioneros de rock nacional que se conseguían en aquellos años. Fue terminando el secundario cuando un amigo me prestó el cd doble de "Led Zeppelin BBC Sessions", cuando escuché la canción "Escalera al cielo" y me cambió el panorama para siempre. Ahí supe que quería dedicarme a la música, formar bandas y tocar la guitarra eléctrica. Fue así como en el año 2004 terminando ya el secundario, me integré a lo que fue mi primera banda de rock, que se llamó Desierto Solar.

Hacíamos covers de rock argentino de los 70 y también tenemos temas propios, algunos cantados, otros instrumentales. La banda solo duró un mes, pero me marcó a fuego, sobre todo por haber conocido a los otros dos miembros de la banda, mayores que yo por varios años, cuyas personalidades me marcaron y fue el inicio también de una valiosa amistad.

Al año siguiente formamos lo que fue mi segunda banda, llamada Duro Contra el Muro, que duró solo dos años. Hacíamos temas propios instrumentales porque nunca logramos encontrar un cantante adecuado a nuestras expectativas. Logramos presentarnos en vivo en todos los bares y festivales de aquellos años, y pudimos incluso grabar dos "demos", que actualmente se pueden encontrar en la plataforma Soundcloud.

A partir de ahí, pasé por diferentes agrupaciones, algunas instrumentales, y en otras tuvimos la suerte de disponer de cantantes. El nombre de algunas de esas bandas fueron Hidrosol, Viejo Suburbio, Desierto Solar (nos volvimos a reunir 9 años después de aquel inicio), Crisol y Aves. Aclaro que siempre sentí inclinación por el lenguaje musical más que por el lingüístico, por considerarlo más amplio y estar más ligado a la intuición y al inconsciente.

¿Cuáles considerás tus influencias más fuertes?

Mis principales influencias fueron el rock clásico de los 60/70, tanto argentino como internacional. Con el tiempo aprendí a escuchar todo tipo de músicas, no solo el rock, blues, jazz y folk con el que empecé mi carrera de melómano.

Actualmente me gusta incursionar en la música clásica, la música folclórica de otros países (como la celta, la hindú, la africana, la andina, etc.), y estoy abierto a escuchar cualquier música que sea hecha con el corazón y el espíritu. Incluso tuve la fortuna de tocar la guitarra para el Ministerio de Música de la Capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de barrio Los Perales de nuestra ciudad, desde el año 2012 hasta el 2014, experiencia que me marcó a fondo por contribuir a fortalecer mi naciente fe en Dios por aquellos años.

¿En qué consiste tu proyecto musical instrumental?

Entre tantas idas y venidas, nació la idea de grabar este primer disco solista, sin encerrarme en un estilo particular, sino tratando de reflejar mi formación ecléctica. Por eso hay temas donde incursiono en la música folclórica y andina, hasta en temas de aires orientales, étnicos, y hasta medievales.

¿Hablame de "Atardecer"? ¿Cuál es el concepto de este primer disco? ¿Qué te propusiste con este trabajo?

Creo que la música no sabe de fronteras, y más aún en un mundo tan interconectado por las redes y tecnologías actuales. Las composiciones de "Atardecer" son un rejunte de temas propios, que nacieron en distintas etapas de mi vida, algunos son incluso de hace casi 20 años atrás, pero que siempre permanecieron presentes en mi memoria y en mi repertorio. Siempre me fascinó la improvisación en la música y sobre todo en la guitarra eléctrica, por ser espontánea, libre y con muchos recursos posibles, pero el concepto musical de este proyecto fue hacer un disco acústico en su mayor parte.

Considero que los instrumentos acústicos poseen frecuencias de sonidos obviamente más puras y armónicas que los instrumentos eléctricos, y por eso tienen la facultad de armonizar nuestro espíritu de manera más fácil y directa.

¿Por qué se llama "Atardecer"?

El título del disco se debe, por un lado, a que considero que estamos actualmente viviendo un "atardecer" en todos los aspectos de la humanidad y la vida, tanto en lo social, cultural, político, económico, espiritual, y en todo orden... estamos en plena decadencia. Puede que sea un poco pesimista, pero siento que se nos viene la noche, no solo por el horror de las guerras, la injusticia, la desigualdad, la violencia y la intolerancia que sobreabunda en nuestras sociedades, sino sobre todo en el aspecto de la conciencia humana... Estamos perdiendo el sentido común y cayendo en lo grotesco, en lo barbárico... necesitamos recuperar la empatía, el respeto por la vida... Eso es lo que he intentado reflejar con mi música, de manera más abstracta.

¿Quiénes grabaron con vos?

El disco no hubiera sido posible sin la generosa participación de algunos músicos amigos invitados, como el prodigioso violinista Matías Zigarán, los guitarristas Darío Fossatti, Javo Contreras, Andrés Portal, Rodrigo "Floyd" Galván; el armonicista Fernando Rodríguez; y los percusionistas Nicolás Gaggero, Sebastián López Guerrero e Isaac García.

Los temas fueron grabados por pistas, en el homestudio "El Trópico de Choclito" de la vecina ciudad de Palpalá, por Andrés "Pappi" Portal; y en "Mantra" (sala de ensayo y grabación) por Sebastián López Guerrero, entre el invierno de 2023 y el verano de 2024, a todo pulmón, y pasito a pasito.

La edición, mezcla y mastering estuvo a cargo de Sebastián López Guerrero, un viejo amigo y compañero de bandas y aventuras musicales. El arte de tapa es de Agustina Aranda; la edición y diseño de imagen, de Rodrigo "Floyd" Galván; el manejo de plataformas, de Diego Fraga y Hernán Paganini. El disco se encuentra actualmente subido a Youtube, Spotify, Soundcloud, y la mayoría de las plataformas vigentes.

¿Cuáles son tus proyectos?

Mis proyectos futuros son poder grabar un segundo disco solista, pero en formato eléctrico, lo cual lo estoy proyectando a largo plazo, debido a las dificultades económicas que todos estamos afrontando.

En el plano personal, el disco es un "atardecer" también porque doy por finalizada muchas etapas de mi carrera musical, paradójicamente. No dejo de resaltar el carácter "amateur" de las grabaciones, ya que es mi primera experiencia formal grabando y produciendo un disco propio.

Pero la idea y el objetivo es más que nada poder transmitir impresiones positivas, y por qué no, semillas de sueños, ilusiones y futuros proyectos para todos los músicos y colegas que estamos transitando el mismo camino de la composición y el devenir musical, y por qué no, el autoconocimiento proyectado en este maravilloso arte que es la "música", sin la cual, todo sería más descolorido y triste.