La muestra "Esplendor" reúne pinturas de Cynthia Cohen y Pabli Stein, que fueron especialmente seleccionadas por Patricia Rizzo para esta propuesta, que está disponible en la Torre Macro (del banco del mismo nombre), ubicada en Avenida Madero 1172 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). Los interesados podrán visitarla hasta el 15 de abril próximo, en el horario de 10 a 18.
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La muestra "Esplendor" reúne pinturas de Cynthia Cohen y Pabli Stein, que fueron especialmente seleccionadas por Patricia Rizzo para esta propuesta, que está disponible en la Torre Macro (del banco del mismo nombre), ubicada en Avenida Madero 1172 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). Los interesados podrán visitarla hasta el 15 de abril próximo, en el horario de 10 a 18.
Dice la periodista especializada Vanesa Catellani, que la curadora, "en un estilo muy Baudeleriano elige obras que se encuentran colmadas de una belleza de lo decadente. Encuentra que ambos artistas, pincel mediante, resaltan la belleza de un paisaje, de la moda o de la joyería para evidenciar los aspectos más oscuros que estas realidades contienen. Realizan señalamientos sobre lo moralmente cuestionable. Trabajan sobre la complejidad humana donde lo sublime y lo despreciable coexisten. Con una fuerte crítica social buscan a través de lo bello cuestionar las promesas no cumplidas de una sociedad traumatizada que ni la pandemia más violenta pudo mejorar.
Pablo Stein trabaja a partir de imágenes provenientes de la fotografía de moda y la publicidad, para luego cubrir con diferentes procedimientos y veladuras las figuras iniciales. La impronta que toma de esas estéticas heterogéneas, deriva en las diferentes capas de color, que aluden a la diversidad de sentidos y posibles lecturas de los conceptos contenidos en las obras. En sus pinturas como en sus videos existe la permanente negación de un otro y de su rostro, donde sobresalen determinados estilos de vida que manifiestan un determinado status y esto lo hace aún más complejo y dual desde lo simbólico. Una problemática individual pero que trasciende a lo grupal. Y las industrias culturales como la moda continúan defraudando y no son más que un refugio para el placer hedonista pero efímero.
Cynthia Cohen ironiza con su obra sobre lo suntuoso y resplandeciente y magnifica el atractivo de lo ilusorio desde la perspectiva de lo falsificado como piedras preciosas de imitación, rubíes de escala fabulosa, imágenes festivas, citas al movimiento POP, golosinas y objetos ornamentales que contrapone a paisajes o naturalezas muertas. Generalmente las joyas que usamos se transforman en nuestros atributos, pero Cynthia Cohen con un gesto muy pop las profana y convierte esas piedras en vulgares, entierra de esa manera nuestra vanidad, la futilidad de los deseos y de la posesión humana. La artista causa un efecto desestabilizante en el espectador no sólo desde lo simbólico apelando a la rareza, sino en los tamaños de las obras, en los primeros planos exagerados, u obligando al espectador a ver una pintura del revés".