Lautaro Rodríguez Conde, en la piel de Ciegor, presentó su espectáculo de humor en el Centro Cultural "Héctor Tizón".
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Lautaro Rodríguez Conde, en la piel de Ciegor, presentó su espectáculo de humor en el Centro Cultural "Héctor Tizón".
Si bien el stand up no es un género muy desarrollado en la provincia, la sala estuvo colmada, sobre todo, de público joven, que acompañó con risas y aplausos cada instante de la propuesta.
Nico Abatedaga, tucumano de nacimiento, jujeño por adopción, fue el encargado de abrir el show. Tuvo la difícil tarea de indagar y en base a las respuestas, de explicar que es el stand up. Muchos sabían a grandes rasgos, pero otro tanto, era la primera vez que asistían a un espectáculo de estas características.
Su humor se basó en las relaciones de pareja, los grupos de amigos, las películas que se ven por estos tiempos y la música que se escucha en los boliches. En cada tema, hubo un ida y vuelta con el público que tornó más cercana y divertida a la propuesta.
Luego hizo su aparición Ciegor, que, por primera vez en seis años como humorista, se encontraba frente al público de su provincia. "Aunque no lo crean, estoy nervioso, nada puede salir mal hoy", dijo en todo de chiste, pero con trasfondo real. Los amigos que lo bautizaron Ciegor (por ciego y gordo) en la infancia, su madre y público que llegó de forma espontánea, acompañaban esta presentación.
Los avatares para decidir los medios de pago para la entrada fueron las primeras humoradas, para dar paso al bullying que sufrió de niño, pero que desencadenó en este personaje.
Rodríguez Conde se asume como gracioso, pero sin filtros, es decir, que no mide los contextos para decir un chiste, de ahí surgió otro de los temas del monólogo.
Haciendo uso de la presencia de su madre, hizo chistes sobre el vínculo y el amor que deben darles los padres a los niños. ¿Qué cosas son de hombre y qué de mujer? Fue otro de los temas que desarrolló con humoradas el joven jujeño.
Finalizó cantando y antes, confesó que él quería cantar, hacer comedia musical, pero los estigmas no lo dejaron, hasta que descubrió el stand up y que Ciegor, puede hacer lo que Lautaro no.
Tanto Abatedeaga como Ciegor marcaron un camino. El stand up está presente en Jujuy, el público presta risas y complicidad. Particularmente, no es un espectáculo para toda la familia, pero si para escuchar temas de la vida cotidiana encarados con acento y forma decir de estos lares.